La búsqueda de poder a cualquier precio lleva a abuso, opresión, marginación y destrucción, advirtió el representante del papa Francisco en México, Franco Coppola, durante la misa tradicional de Año Nuevo en la Basílica de Guadalupe.

En su homilía, el nuncio apostólico expresó que México, al igual que el resto del mundo, necesita paz. En este contexto, el pontífice Francisco hizo un llamado a su grey a reflexionar sobre las vías que lleven a la política a ser un instrumento de pacificación.

La buena política siempre está al servicio de la paz; respeta y promueve los derechos humanos fundamentales porque son igualmente deberes recíprocos, expresó ayer ante fieles católicos.

Sin embargo –advirtió– en la política no faltan las malas prácticas provocadas por la debilidad personal y las distorsiones en el ambiente e instituciones. Lo anterior, dijo, resta a los sistemas de los que depende la autoridad de las decisiones y acciones de las personas que se dedican a ellas.

Estos vicios, que socavan el ideal de la democracia auténtica, son la vergüenza de la vida pública y ponen en peligro la paz social, sentenció el sacerdote.