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Con el consumo digital, la industria de la música vive una época muy sana

El mercado se mueve por canciones más que por discos // Los intérpretes y grupos deben estar vigentes en las playlists, pero sustentarse en buenos espectáculos en vivo: especialistas

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El poder femenino de Janelle Monáe destacó con Dirty Computer, quien es de las pocas artistas que siguen la influencia de Prince.Foto Notimex
 
Periódico La Jornada
Miércoles 2 de enero de 2019, p. 6

La industria musical vive una época muy sana, en la que el consumo digital ha permitido que este sector vuelva a crecer, explicó Claudia Ochoa, directora de The Orchard México, empresa especializada en la distribución de medios y mercadotecnia en música, y aunque los artistas todavía tienen necesidad de sacar álbumes completos, a decir de expertos consultados por La Jornada, “sin lugar a dudas el mercado se mueve por tracks (canciones)”.

En la actualidad, muchos artistas están aprovechando el formato del EP o lanzan muchos sencillos previos a la publicación del disco, detalló Andrés Díaz, editor del sitio digital de música Me Hace Ruido, para quien el concepto de álbum se está quedando muy borroso. Ahora importan más las canciones y la vida que les pueden dar. Con él coincide María Letona, locutora de Reactor 105.7, al destacar que “a pesar de que lanzan discos completos, éstos tienen por lo menos cuatro o cinco singles”.

Claudia Ochoa explicó que “esta es la mejor manera de promocionar a fondo un álbum. Sacas un primer track, lo promocionas y tiene posibilidad de entrar a las playlists” de las diversas plataformas, las cuales, para María Letona, “se han convertido como en una especie de biblia. Tienen todas las estadísticas de lo que la gente escucha, cuándo y cómo. Es información invaluable y hoy día se están convirtiendo en una necesidad, pues casi todos los festivales de música tienen que ir de la manita con su playlist. Te metes a Spotify y hay del Corona Capital, del Ceremonia, entre otras”.

Vigencia y conciertos

Cabe considerar, recordó Díaz, que “ahora, una de las mayores fuentes de ingresos de los artistas son los conciertos. Entonces, si no tienes ningún material nuevo, a los promotores no les va a interesar tenerte en un cartel. Así, este tipo de lanzamientos (por tracks o EP) sirve para que los músicos sigan vigentes. Más ahora que el formato de los festivales ha sido muy redituable.

Lo padre de esta situación, agregó, es que obliga a los artistas a que realmente reflejen que son buenos en vivo. Es demostrar que lo que se hizo en el estudio tenga el mismo efecto en un espectáculo. Sí, tienen que hacer buenas canciones y melodías que sean pegajosas y que a la gente les gusten, pero siento que todo está pensado más para que suenen mejor en vivo y vayan evolucionando.

Por su parte, Natalia Cano, reportera independiente y colaboradora de la revista Rolling Stone, expuso que por la forma en que se vive ahora la música, el reto para los creadores es mayor, pues debes tener un disco y luego salir a defenderlo con una buena interpretación, arreglos diferentes y con un buen espectáculo.

Con ella concuerda la locutora de Reactor, quien destacó que si una banda no puede sustentar en vivo lo que hace en el estudio, automáticamente, para mí, el álbum pierde valor. En resumen, “si no hay un buen show en vivo, no hay un buen disco”, sentenció.

Los lanzamientos

En ese sentido, entre los lanzamientos de 2018 de música en inglés destacaron algunos de los que fueron presentados en conciertos o festivales en México, por ejemplo, Superorganism, álbum homónimo de la banda de indie pop, cuyos integrantes no se conocieron para grabarlo, sino que lo hicieron a distancia, por Internet, pues algunos de ellos vivían en países diferentes, detalló Letona.

Es un buen disco, parece infantil, sencillo, pero esas cosas no son fáciles de hacer, comentó, además el numeroso grupo –son ocho–, que se presentó en la más reciente edición del festival Corona Capital, demuestra en el escenario que no es una cosa de plástico, sino que sí tiene cimientos de buenos músicos y productores; sí sustenta su proyecto, y trae todo el espectáculo, el vestuario, la onda medio infantil.

Otro caso similar es el de Sex And Food, de Unknown Mortal Orchestra, agregó la locutora de Reactor. “Ruban Nielson es un genio complicado. Estuvo en el Festival Hipnosis y ver que sí puede ejecutar estas rolas tan complicadas en vivo te hace disfrutar aún más el disco, porque está lleno de elementos electrónicos. De repente estás en una sicodelia y llegas a una rola como Hunneybee, que es una pieza cursi, como una baladita de amor”.

Por su parte, la colaboradora de Rolling Stone distinguió a American Utopia, séptimo material de David Byrne, quien “es un tipo que no deja de asombrarnos. Es un ícono en el rock, pero lo más interesante es que es generoso, y me parece que eso lo hace tan disfrutable para el público como para los músicos que lo acompañan. Este es uno de los discos del año, sobre todo en vivo. Tuvimos la fortuna de que viniera a México con esta gira y fue de los mejores shows del año”.

Además de Raise Vibration, el álbum más reciente de Lenny Kravitz, no sólo porque en él rinde homenaje a sus raíces afroamericanas, sino por su presentación en el escenario. Kravitz es de esas figuras rocanroleras amadas por todos. Es un tipo que demuestra que el rocanrol, en un tono más clásico, sigue vivo.

Interpol, desde México

Un caso aparte es Marauder, de Interpol, lanzado desde Ciudad de México. Me gustó que lo hayan venido a presentar a México y creo que sí marcó una nueva etapa en la historia de la banda, señaló Cano. En tanto que para Letona cada una de las rolas de este material tiene su onda, y consagran a Interpol como lo que es: una banda de rock y ya no de post punk, como piensa la gente. Ambas destacaron el sencillo The Rover, cuyo video fue grabado en la capital del país, un tema que tiene onda, un ritmo más rápido.

En tanto, Andrés Díaz resaltó el poder femenino con Dirty Computer, de Janelle Monáe, quien es de las pocas artistas que sí siguieron una influencia de Prince, como que sí supo abstraer toda su esencia y traerla a 2018. Tiene toques funk, soul y rythm and blues muy contemporáneo.

Además de Hive Mind, de The Internet, el cual retoma mucho el soul, que hoy día no está muy en la mira, pero ellos logran hacer un disco que es delicioso, en el sentido de que lo disfrutas mucho; y Cocoa Sugar, de los escoceses Young Fathers, proyecto respaldado por Massive Attack, con quienes vendrán al Festival Ceremonia en abril. Suenan como a TV On The Radio, pero un poco más degenerado.

Para Natalia Cano, otro de los álbumes del año es Tranquility Base Hotel & Casino, de Arctic Monkeys. Es algo muy distinto a lo que habían hecho. Creo que en éste cambiaron mucho el estilo y eso también ganó más críticas buenas que malas, pero me parece interesante que las bandas consolidadas de repente empiecen a jugar con otros ritmos y con otros elementos.

También sobresalió Eat The Elephant, de A Perfect Circle, quienes tardaron algunos años en volver a la escena. El álbum tiene algunos toques hasta políticos, aunque no son una banda contestataria, pero Maynard James Keenan, en sus diferentes proyectos, sí trata de imprimir su sentir acerca de cómo ve el mundo.

Con ella coincide Rafael Salinas González, ejecutivo de relaciones públicas de bandas nacionales, quien destacó de esta placa los temas medio góticos, oscuros y el rock que le imprime. La música que hace Maynard es de otro planeta.

Salinas González también resaltó Anthem Of The Peaceful Army, de los estadunidenses Greta van Fleet, en el que, a diferencia de su primer disco, le bajaron un poquito al ritmo, pero si siguen así, van a hacer algo importante dentro de la escena del rock mundial. Creo que ya empiezan a buscar su propia identidad, luego de que han sido comparados con bandas como Led Zeppelin.