La economía mexicana continúa inmersa en una situación de alta incertidumbre por factores externos e internos, advirtió Javier Guzmán Calafell, subgobernador del Banco de México (BdeM), por lo que recomendó aplicar políticas que den certidumbre a la inversión privada y prudencia en el gasto público.

En una presentación titulada La política monetaria y las perspectivas económicas de México, efectuada en la Cámara de Comercio de Estados Unidos, en Los Ángeles, California, el funcionario consideró que los efectos favorables tras la conclusión de la negociación del nuevo tratado comercial –T-mec– y el proceso electoral han sido contrarrestados por riesgos internos y externos.

Entre los externos destacó las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, una probable desaceleración económica internacional y la normalización de la política monetaria en el país vecino del norte, que puede afectar a las naciones emergentes y la ratificación del acuerdo comercial por el nuevo Congreso de los Estados Unidos, entre otros.

El ámbito interno

En el plano doméstico, los riegos son las recientes decisiones de política pública para los próximos años y nuevos choques inflacionarios por la depreciación del tipo de cambio.

Advirtió que es importante mantener políticas que apunten a otorgar confianza, debido a que la apertura de la economía mexicana a los flujos de capital, el margen de error es excesivamente estrecho y las respuestas del mercado son instantáneas.

Consideró que para promover la confianza macroeconómica y la estabilidad financiera se deben construir cimientos sólidos.

Destacó que se tiene que realizar una adecuada planeación y ejercer de manera cuidadosa el gasto público, con medidas estructurales que estimulen el crecimiento de la productividad.

Señaló que es decisiva la lucha contra la inseguridad y la corrupción, con un respeto al estado de derecho, ejecutando reglas claras que reflejen un marco institucional fuerte que estimule y apoye la inversión privada.