Domingo 18 de noviembre de 2018, p. 8
El plan de seguridad anunciado por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, significa un grave error, porque no sólo implica dar continuidad al esquema de militarización de la seguridad pública que ya demostró su ineficacia en los dos sexenios anteriores, sino que, además, modificaría la Constitución para dar a las fuerzas armadas la facultad de investigar delitos, advirtieron organizaciones civiles de derechos humanos.
Raúl Ramírez Baena, director ejecutivo de la Comisión Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste, manifestó su preocupación por la iniciativa del gobierno entrante, pues reutiliza con otro matiz
el modelo militarizado que ya aplicaron los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña, que ha generado múltiples violaciones a las garantías individuales.
Además, implica reformar la Constitución para crear una Guardia Nacional integrada por soldados, marinos y policías federales, que tendría facultades de indagar delitos, y no sólo para hacer detenciones, lo cual significaría una invasión de las facultades del Ministerio Público.
Por otro lado, el plan de López Obrador no explica qué ocurrirá con las policías estatales y municipales, cuyos elementos muy probablemente quedarían sometidos a una estructura de mando militar cuyas bases no fueron debatidas ni consensuadas con organizaciones civiles, académicos y víctimas de la violencia castrense.
Raymundo Ramos, director del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, coincidió en que la estrategia de seguridad anunciada es una contradicción, porque no puede haber paz en México mientras los efectivos castrenses sigan en las calles haciendo patrullajes que corresponden a las policías.
Las organizaciones de derechos humanos estamos profundamente desencantadas con el nuevo presidente, porque a nuestro juicio tomó la vía más fácil, como hicieron Calderón y Peña: apoyarse otra vez en las fuerzas armadas [para la seguridad pública] sin antes terminar con la impunidad
de los delitos y abusos cometidos por los uniformados, señaló.
Ante las afirmaciones del equipo de López Obrador de que la Guardia Nacional no cometería atrocidades porque recibiría entrenamiento distinto al del Ejército, el activista consideró que la formación castrense, incluso criminal en algunas ocasiones, no va a cambiar con un curso o una capacitación
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