A partir del primero de diciembre, el gobierno que encabezará Andrés Manuel López Obrador va a enfrentar una nueva realidad, basada en resistencias y la negación al cambio de los viejos grupos de poder, incluso de instituciones de los gobiernos municipal, estatal y hasta federal, de acuerdo con Alejandro Encinas, futuro subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación.

En el seminario internacional La transformación histórica del régimen mexicano en el contexto global: los retos para el próximo sexenio, celebrado ayer en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), planteó que el viejo régimen sigue vivo y no acaba de morir; el otro apenas va a empezar a nacer y eso debemos tenerlo muy claro, porque vamos a enfrentar las adversidades en el cambio de poder y ahí necesitamos del apoyo de todas y todos.

Sostuvo que en esta etapa de transición, el equipo que formará el nuevo gobierno ha encontrado que la situación de crisis de derechos humanos en el país es más grave de lo que preveían. Sabíamos que las cosas estaban mal, pero no que estaban tan mal.

Se han registrado 250 mil asesinatos en los pasados 12 años y la mayoría de las víctimas eran personas inocentes; más de 200 mil mexicanos han sido desplazados de sus lugares de origen por la violencia y hay más de mil 100 fosas clandestinas ubicadas, pero el Estado no tiene la capacidad para rescatar los cuerpos enterrados, además de que en los servicios forenses del país hay 26 mil cadáveres sin identificar.

La crisis, en la que incluyó los feminicidios y la violencia contra las mujeres, es resultado del abandono de las responsabilidades del Estado, la violencia y la corrupción, dijo.

Por ello, planteó que para construir un nuevo régimen político, en el centro de la atención del Estado deben estar la dignidad humana y el respeto a los derechos humanos. Atrás deben quedar el mercado, la libre competencia y el individuo al centro del desarrollo, para recuperar el ser colectivo y la sociedad.

Miguel Concha, presidente del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, planteó que se requiere un cambio de régimen y que el gobierno actual se ha mostrado cerrado a trabajar con las víctimas de la violencia y las organizaciones de la sociedad civil que las apoyan.

El director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Abel Barrera, dijo que los gobernantes han trivializado las garantías fundamentales, porque han aparentado defenderlos en el ámbito internacional y se especializaron en maquillar las cosas, cuando la realidad de los pueblos y los ciudadanos era el despojo y la destrucción de sus bienes y vidas.