Viernes 9 de noviembre de 2018, p. 12
Las pesadillas y los recuerdos angustiantes persisten. Las imágenes vienen a sus mentes, son retratos de la violencia y periplos sufridos tanto en su país como durante el recorrido de la Caravana Migrante desde San Pedro Sula hasta Ciudad de México.
Un grupo de especialistas que trabaja como voluntarios brindando atención sicosocial a los migrantes que están en el albergue instalado en Ciudad de México, detectó que cientos, sobre todo los menores de edad, presentan estrés postraumático. Están en un constante estado de alerta
, Aseveró Javier Bautista, especialista del Colectivo de Investigación y Análisis en Ciencias Sociales y Salud.
La dureza que cotidianamente vivían en sus países de origen, particularmente los hondureños, sumada a las complejas experiencias vividas a lo largo del paso del éxodo por Honduras, Guatemala y México, son el origen de esta problemática en cientos de personas, dijo el experto.
Presentan recurrentes recuerdos llenos de angustia y pesadillas. Algunos no pueden dormir, y otros, están en un profundo estado de depresión, por lo que duermen todo el día. Presentan un constante estado de alerta ante la disputa por la cobija, las pertenencias, la colchoneta, el dinero. Perder lo poco que tienen les genera también estrés. Otros sufren cansancio, imposibilidad de relacionarse con la gente y cambios repentinos de humor.
En el caso particular de los niños, detalló, se nota una actitud de ira, irritabilidad y enojo. Se relacionan a partir de juegos violentos, se avientan, se agreden. Hasta en sus gestos hay cierto grado de violencia
.
Los especialistas de este y otros colectivos que han trabajado con los migrantes del éxodo que se refugian en el albergue de la Ciudad Deportiva de la Magdalena Mixhuca, detectaron tres causas relacionadas con la violencia que han expulsado a miles de hondureños: las agresiones de las maras, la doméstica y la sexual, ésta última sobre todo contra mujeres y miembros de la comunidad LGBTTTI.