Huyen de Zitlala
Aseguran que los esclavizan y demandan ser reubicados
Viernes 9 de noviembre de 2018, p. 33
Copalillo, Gro., Los alcaldes de Zitlala, Rogelio Ramos Tecorral, y de Copalillo, Julián Castro Santos, negaron ayuda a 70 nahuas que huyeron el sábado de Tlaltempanapa, en el primer municipio, debido a amenazas de un grupo del crimen organizado que opera en la Montaña baja de Guerrero, denunciaron representantes de las familias afectadas.
Solicitaron protección a la síndica de Zitlala, Rosalba Sevilla Plabillo, porque el grupo armado que encabeza Francisco Aviar Cuchillo, alias El Espinoso, les advirtió que si en 10 días no se iban los matarían.
Son 35 niños y niñas, 21 mujeres y 14 hombres, que decidieron salir el sábado en la noche a Copalillo. Caminaron dos días y dos noches por los cerros para evitar que el grupo armado los siguiera
, afirmó Víctor N, uno de los desplazados.
Demandó la intervención del gobernador Héctor Astudillo Flores para que les den alimentos, colchonetas, cobertores y un terreno para reubicarse.
También señaló que el alcalde de Copalillo les pidió que abandonaran cuanto antes el municipio y que teme por la vida de su padre, su hermano y su tío, quienes fueron retenidos por el grupo delincuencial.
Hace casi cinco años nos mantienen como esclavos. No podemos sembrar ni ver a nuestras bestias. Salimos sin pertenencias. Así cruzamos más de 50 kilómetros de cerro sin lámparas, porque corríamos el riesgo de que nos mataran
, dijo.
Narró que en meses recientes los maestros dejaron de presentarse para dar clases en su comunidad; “últimamente ya no van, porque el gobierno de Zitlala está aliado con los malos (los narcotraficantes).
Que el gobierno nos reubique. Si regresamos nos matan; estamos amenazados desde agosto. Queremos vivir en paz, sembrar nuestro maíz; no queremos sembrar droga. El gobierno no hace nada
, acusó.
Otro poblador desplazado señaló que huyeron porque los delincuentes ‘‘controlan todo. Si vas a trabajar tienes que pedir permiso; si no vas a trabajar, te cobran 500 pesos de multa. Ni los soldados van, están coludidos. Decidimos salir, dejamos nuestras cosechas. Hasta para ir por leña nos vigilaban. Nunca fueron los soldados ni la policía a vernos, a pesar de que se lo pedimos al alcalde de Zitlala”, agregó.
El pueblo de Tlatempanapa tiene mil 800 habitantes, de los que quedan menos de 100. En la misma situación se encuentran las comunidades indígenas nahuas de La Esperanza, Aizinapa, Huixcomulco, Tlapeolapan y Quetzaltlahuacan, entre otras.