Viernes 9 de noviembre de 2018, p. 35
El agua proveniente de varios pozos en la Ciudad de México rebasa los límites permisibles de contaminación fecal y metales, entre otros parámetros, señala un estudio realizado por el Instituto de Ecología y el Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad, ambos de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En un análisis sobre la calidad del líquido de 107 pozos, de 2002 a 2017, se establece que el recurso proveniente de 86 de estas fuentes no cumple con los estándares de desinfección fijados en la norma oficial mexicana de agua para uso y consumo humano, al no contar con el nivel de cloro residual libre de entre 0.2 y 1.5 gramos por litro.
Con base en los datos proporcionados por el Sistema de Aguas capitalino para dicho estudio, se encontraron altas concentraciones de bacterias coliformes fecales en 44 pozos, aluminio en 33 y nitrógeno amoniacal en 21; además, presentan una tendencia de incremento significativa de concentración de plomo en 80, manganeso en 60 y arsénico en 56.
El documento realizado como parte de los proyectos propuestos por el Comité Científico para la Reconstrucción y del Futuro de la Ciudad de México, creado tras los sismos de septiembre del año pasado, destaca también que dichos fenómenos naturales tuvieron una influencia en la degradación de la calidad del agua
extraída de pozos específicos, especialmente de Iztapalapa, Tláhuac y Xochimilco, y en menor medida de Milpa Alta y Coyoacán.
El documento, titulado Estudio sobre el estado actual de mantos acuíferos, explotación de pozos, el abasto real y la demanda actual y potencial del líquido en la Ciudad de México, recomienda atender dicho problema e incluso propone la clausura inmediata de pozos que se siguen explotando, por la calidad de agua histórica que se obtiene de ellos, como el ubicado en Santa Cruz Meyehualco, en Iztapalapa.