Estocolmo. Otra integrante de la Academia Sueca, institución que entrega el Nobel de Literatura, anunció ayer su dimisión, pese a que se incorporó a ese cuerpo colegiado en 2017.

Jayne Svenungsson, profesora de teología en la Universidad de Lund, quien es la octava persona que renuncia –voluntariamente o bajo presión– desde que el año pasado se revelaron los escándalos de abusos sexuales, declaró que fue ‘‘irónico” ingresar en la Academia en un momento en el que está sumida en una crisis que obligó a cancelar la entrega del Nobel de Literatura de este año.

La Academia Sueca tiene 18 integrantes vitalicios, pero varias personas abandonaron sus puestos en protesta por el escándalo en torno al promotor francés Jean-Claude Arnault. Éste, casado con la académica Katarina Frostenson, fue condenado a dos años de cárcel por violación.

Además, está acusado de varios casos de abuso sexual y malversación de fondos. Él niega los cargos y ha apelado de la sentencia.

Año extremadamente duro

‘‘Me marcho en este momento porque quería asegurarme de la supervivencia de la Academia y su futuro participando en las recientes votaciones de los nuevos integrantes”, explicó Svenungsson en un comunicado, en referencia a los tres académicos que la institución eligió en octubre.

Svenungsson, quien fue una de las personas que votaron en contra de la expulsión de Frostenson después de que ésta había sido apartada temporalmente, dijo que se alegraba de retomar su trabajo en la universidad, ‘‘donde siento que mis poderes se pueden usar de un modo mejor”.

Anders Olsson, portavoz de la Academia, lamentó la decisión de Svenungsson en declaraciones a la agencia de noticias TT.

‘‘Ha sido un año extremadamente duro para nosotros; comprendo sus dificultades como miembro nuevo al ingresar a la Academia en medio de esta guerra’’, añadió.