A casi siete días del corte de agua, habitantes de Benito Juárez solventan la escasez con las reservas almacenadas; sin embargo, temen que sean insuficientes ante la demora en los trabajos de mantenimiento al sistema Cutzamala. Edificios de la colonia Del Valle empezaron a abastecerse con pipas privadas.

Asimismo, algunos negocios aplican medidas de prevención, como gimnasios privados, donde suspendieron servicios de vapor, regaderas a presión y préstamo de toallas. A pesar de que se había informado que sería hasta el 4 de noviembre, las restricciones continúan.

Ante el temor de quedarse sin agua, en la Nápoles los vecinos empezaron a llenar tambos y cubetas. Las cisternas se están vaciando, comentó Carlos Ávila, condómino de la calle Georgia, quien manifestó que ha habido confrontación entre los residentes, porque acordamos que se iba racionar, pero como desde el domingo no tenemos, empezaron a apartar la que era para todos.

En Iztapalapa, las familias se acostumbraron a padecer la falta del líquido. En la colonia Barranca de Guadalupe y el pueblo de Santa Martha Acatitla sólo la reciben una vez por semana, de madrugada, comentó la señora Porfiria Ramírez. Lavan ropa, llenan tanques y se preparan para resistir así toda la semana.

Otra situación se vive en Tláhuac, donde los vecinos de las colonias Del Mar y Habana, además de carecer del suministro, cuando reciben agua esta es de mala calidad y antes de usarla la tratan. Llenamos botes y esperamos que se asienten los residuos, porque nos llega muy sucia; después la colamos con un trapo y tiramos todo el hongo que queda abajo para poder usarla, comentó don Raúl, vecino de la Habana.

Ayer la escasez se agudizó en demarcaciones donde la afectación no sería total. En Azcapotzalco, negocios de comida cerraron. Con anuncios explicaron que la suspensión se debía a la falta de agua.

Vecinos de la colonia Victoria de las Democracias y Santo Tomás señalaron que los negocios funcionaron con normalidad la semana pasada, pero desde este lunes decidieron cerrar por no tener suministro suficiente para atender a los clientes.

En la colonia Nueva Santa María se hicieron filas de vecinos que esperaban llenar sus contenedores en los tanques instalados por las autoridades. No habíamos tenido que recurrir a los tinacos de la calle, pero de plano hoy no tenemos agua ni para el baño. Lo demás lo estamos resolviendo con agua de garrafón, comentó Griselda, quien sólo lleva una cubeta porque no hay quien la ayude a cargar.