Casi siete días después de que comenzó el corte del servicio, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) comenzó ayer a las 19:35 horas a bombear agua al valle de México. Se espera que la distribución se normalice cien por ciento en los hogares el próximo sábado.

Los trabajos realizados entre el lunes y el martes, luego de que el domingo no funcionó la instalación de la K invertida, fueron para tapar los hoyos donde se había colocado esa pieza, explicó en entrevista radiofónica el director de la Conagua, Roberto Ramírez de la Parra.

Detalló que se realizaron trabajos de soldadura en la línea uno de presión –que opera desde 1982–, la cual habitualmente bombea el agua a los acueductos, que a su vez la envían a los centros de entrega del estado de México y la capital del país.

La Conagua estimó concluir los trabajos el sábado, pero hasta el domingo terminó de colocar la K invertida, que pesa 180 toneladas. La pieza se movió cuatro centímetros durante la tarde, por lo que se decidió cortarla y cancelar la interconexión de las líneas uno y dos.

Al final se dejó la línea uno como estaba, se conectaron cuatro bombas a la línea dos y los trabajos para terminar esta vía alterna se harán en los próximos días, para lo cual no será necesario hacer ningún corte. Las obras costaron 500 millones de pesos.