¿Dónde quedó la bolita?
i no fuera porque 7 mil 500 maestros jubilados no han recibido su pensión correspondiente a octubre podría tomarse a juego. El miércoles de la semana anterior los maestros de la sección 37 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y del Sindicato Estatal de Trabajadores de la Educación (SETE) pararon actividades en respaldo a los jubilados.
El gobierno del estado argumenta que la Federación no le entregó poco más de 300 millones de pesos para cumplir con su obligación de pagar a los jubilados y la SEP le ha respondido que no ha recibido una solicitud especial de recursos y que lo comprometido previamente ya fue entregado en tiempo y forma.
En el tercer día de paro de la sección 37 del SNTE, la postura de los maestros es mantener suspendidas las actividades en 950 planteles de educación básica que atienden a 220 mil estudiantes del estado.
El dirigente del Partido Acción Nacional (PAN), Marcelo Torres, quien anunció con bombo y platillo su cambio de código postal a Baja California para ocuparse de la elección del próximo año, en lugar de instar a su partido a resolver los problemas locales para obtener más puntos en los comicios, se ha sumado al coro que responsabiliza a la Federación de todos los problemas del estado.
Ha basado su campaña en insultos contra el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, por la cancelación del nuevo aeropuerto. Pero cuando se le cuestiona por el paro de maestros y la inseguridad en Tijuana (este lunes a las dos de la tarde ya habían ocurrido dos balaceras), dice que todo es culpa del presidente Enrique Peña Nieto porque no le da recursos a Baja California para educación y seguridad y porque la Federación no ha querido coordinarse con el estado para combatir la delincuencia.
Ahora que se vaya Peña Nieto el blanco será López Obrador. Culpar a la Federación de todos los problemas del estado generó réditos políticos al PAN en 2015, cuando ganó las ocho diputaciones federales, como hizo Morena en las elecciones pasadas; sin embargo, esa estrategia ya está gastada, sobre todo porque nadie escuchó que el gobernador Francisco Vega peleara por recursos federales o demandara una verdadera coordinación en seguridad, como han hecho otros mandatarios panistas.