Doha. La estrella estadunidense Simone Biles consiguió una nueva hazaña en su carrera al convertirse en la primera gimnasta en consagrarse campeona mundial por cuarta ocasión en su carrera.

En los meses recientes, Biles debió atravesar duros momentos al conocerse que fue una de las víctimas de los abusos sexuales del ex médico del equipo estadunidense Larry Nassar, quien fue condenado a 175 años de prisión.

Ni esos complicados instantes que vivió, ni un malestar renal, como tampoco las dos caídas que sufrió durante los ejercicios de salto y en la viga de equilibrio impidieron que la cuatro veces campeona olímpica se quedara con el título en el all-around al conseguir un total de 57.491, casi 1.7 puntos más que la japonesa Mai Murakami, quien se quedó con la plata, y su compatriota Morgan Hurd (55.732), bronce.

Biles estaba enojada, poniendo poca atención a la medalla de oro que le colgaba en el cuello, la que hizo historia, en el Mundial de Doha.

No soy la clase de gimnasta que sale a defraudar en una competencia como esta, dijo. Aunque gané, me habría gustado que fuera diferente. Aun así, Biles rindió lo suficiente para mantener su increíble racha ganadora.

Ha terminado en primer lugar en cada competencia en la que ha participado desde el campeonato de Estados Unidos de 2013, aunque este último torneo lo ganó con mayor dificultad.

Sin llegar a la perfección, Simone, quien estuvo internada previo a la competencia por un cálculo renal, alcanzó calificaciones de 14.533 en salto, 14.725 en asimétricas, 13.233 en viga de equilibro y 15.000 en suelo.

Es totalmente increíble ver que ella se cayó dos veces y aun así ganó, declaró Hurd. Es para quedarse muda.

Por Latinoamérica, las brasileñas Flavia Saraiva y Jade Barbosa finalizaron en los puestos ocho y 15, respectivamente, con 54.366 y 52.866 puntos.

Para Simone Biles, de 21 años, que antes del Mundial debió ser atendida por cálculos en los riñones, significó su primera actuación internacional desde que deslumbró al mundo en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.