Lunes 29 de octubre de 2018, p. a11
El nombre del tenor Plácido Domingo (Madrid, 1941) engalana desde el sábado un gran auditorio al aire libre del Conservatorio Nacional de Música (CNM), donde estudió el también pianista y director de orquesta nacido en España, pero trasladado a México a los ocho años. Debido a las condiciones climatológicas, la placa alusiva fue develada por Domingo y Lidia Camacho, titular del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), en el auditorio 4 de la escuela. Posteriormente se colocará en un muro del espacio exterior.
El tenor, que el día anterior dio un concierto en Seúl, expresó que ahora le falta actuar en un auditorio al aire libre. Camacho, a su vez, hizo votos para que algún día exista una cátedra Plácido Domingo. El homenajeado respondió, vamos a ponernos de acuerdo. Pero, más que una conferencia magistral, prefiero que se haga en forma de charla con los alumnos
.
Conmovido, Domingo dijo que era difícil contener las lágrimas al encontrarse de nuevo en el CNM después de tanto tiempo. Siempre que le preguntan dónde estudió, contesta con mucho orgullo que en el Conservatorio Nacional de Música, de México. Los docentes de ese entonces eran los hermanos Halffter, Carlos Chávez y Blas Galindo, este último, director de la escuela. De canto tuvo a maestros como Carlos Morelli y Fanny Anitúa.
En cierto momento Domingo reconoció a alguien entre el público: ¿Eres Cristina?
Sí
, respondió la soprano Cristina Ortega. De repente empiezo a reconocer caras
, agregó el cantante.
Figura deslumbrante
El salto, continuó, fue del CNM al Palacio de Bellas Artes al recordar sus primeros papeles en las óperas allí montadas como Rigoletto y Diálogos de carmelitas. Hasta la fecha, señaló, ha dado casi 4 mil funciones de ópera. Gracias a los deseos de su padre de que fuese músico, no sólo cantante, Domingo estudió piano y después dirección de orquesta. Tal vez mi longeva voz se deba a que todas mis óperas las he preparado yo, con excepción de las atonales, y eso fue un ahorro vocal
.
Lidia Camacho se refirió a Domingo como una de las figuras deslumbrantes de la escena mundial
y le agradeció que aceptara la invitación; el tenor vino a México para ver el Gran Prix. Habíamos hablado en algún momento de que estuviera en el CNM y lo combinamos
, apuntó.
La directora general del INBA resaltó la relación de Domingo con diferentes aspectos de México como la creación del concurso internacional Operalia en 1993. Camacho hizo hincapié en la generosidad y la solidaridad del tenor, y recordó su participación directa en el rescate de víctimas de los terremotos de 1985, catástrofe en que perdió a varios familiares.
Como parte de la ceremonia hubo un recital a cargo de estudiantes de canto del CNM. Al final del acto Domingo fue asediado por los jóvenes cantantes que querían tomarse una selfie con él, lo cual el tenor aceptó de muy buen humor.
Entrevistado por la prensa después del acto, Domingo dijo que en 2018 se cumple el centenario de nacimiento de su madre, Pepita Embil: “Le hicimos un homenaje en el País Vasco, en San Sebastián, donde dirigí el Réquiem de Verdi. Ahora, lo vamos a hacer también en Guadalajara”. Respecto a una actuación en el Palacio de Bellas Artes, contestó: Vamos a ver. Algún día habrá
.