Los 25 diputados del Congreso de Coahuila aprobaron por unanimidad la propuesta del gobernador priísta Miguel Ángel Riquelme Solís para reformar la Ley General del Servicio Médico de la sección 38 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Así, los docentes tendrán que seguir pagando por los servicios que no estén disponibles en clínicas del sistema magisterial.

La modificación incrementa el porcentaje de aportaciones del gobierno para fortalecer los servicios de salud de los derechohabientes, pero no elimina las aportaciones que los profesores pagaban junto con las universidades para acceder a servicios subrogados en hospitales privados y públicos.

En Coahuila, la sección 38 del SNTE cuenta con hospitales en Saltillo y Monclova, pero hay servicios médicos especializados que se subcontratan con otras instituciones, como los hospitales de la Secretaría de Salud o privadas en Saltillo y Monterrey, pero los trabajadores deben cubrir parte del costo. Los únicos exentos de ese pago son los trabajadores jubilados y los pensionados.

La Coalición de Trabajadores de la Educación, que agrupa a disidentes de la sección 38, anunció que impugnará por medio de amparos la reforma aprobada por los diputados de los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional, Morena, de la Revolución Democrática y de Unidad Democrática, de registro estatal.

En Chilpancingo, Guerrero, decenas de maestros declarados idóneos en las evaluaciones del servicio profesional docente marcharon para demandar a la Secretaría de Educación de Guerrero la asignación de más de 600 plazas, pues “sabemos que hay varias escuelas que se encuentran sin profesores’’.