Desbordé la imaginación y lo convertí en héroe de una novela de aventuras, explica Bernardo Esquinca
Miércoles 24 de octubre de 2018, p. 4
El alma atormentada por el intento de entender lo fantástico y la ciencia distinguió la obra de Edgar Allan Poe, opina el escritor Bernardo Esquinca, sobre el protagonista de su más reciente novela, Las increíbles aventuras del asombroso Edgar Allan Poe, en la que aborda la faceta de detective del narrador estadunidense.
‘‘Poe fue el inventor del relato policiaco, así de sencillo e importante. La novela rinde mi homenaje a la fuente de donde venimos todos los que escribimos de estas cuestiones. Edgar lo inventó. Y modernizó la literatura de terror”, explica el autor en entrevista con La Jornada.
Esquinca (Guadalajara, 1972) dice que ese trabajo, publicado por Ediciones Almadía con ilustraciones de Mario Rivière, se originó en un artículo suyo sobre la obsesión del narrador estadunidense por el crimen de Mary Rogers, cigarrera asesinada con brutalidad en Nueva York, a mediados del siglo XIX.
Poe lo ficcionalizó en el cuento ‘‘El misterio de Marie Rogêt’’ y la participación de su detective Auguste Dupin, también personaje de ‘‘Los crímenes de la calle Morgue” y ‘‘La carta robada”. Con ellos fundó el género policiaco.
Después de un periodo de investigación, ‘‘me interesó hablar de su juventud en Charlottesville, cuando pasó un año en esta universidad recién fundada por Thomas Jefferson, algo de lo que se ha hablado poco. Se sabe que apostaba, bebía mucho, acumuló una gran deuda y su padrastro lo sacó de ahí pero no se sabe mucho más”.
Además, relata en forma paralela la historia del empresario P. T. Barnum con un Edgar adulto en Nueva York, investigando el caso de Rogers y buscando a la desaparecida hija del creador de los circos de fenómenos.
En Poe (Boston, 1809-Baltimore, 1849), ‘‘La mente y el alma atormentadas quedan en medio de una cosa ultraterrena y una racional. Si jalas para un lado es lo fantástico y para el otro lado es la ciencia, en medio queda el alma que se estrangula intentando entender ambas posibilidades. Así era Edgar: se debatía. No sólo por eso, por muchas otras cosas y circunstancias de vida y su propio espíritu que siempre tendía a una melancolía muy profunda, mucho más cuando se excedía con la bebida”, sintetiza Esquinca.
Jugar con la historia y ser fiel al espíritu de la época
Hay “otros guiños –prosigue Bernardo Esquinca–, como que Edgar Allan Poe conoció a Charles Dickens, de los pocos escritores que admiraba, y a Washington Irving; así hay sugerencias de que los hechos que yo narro inspiraron parte de sus obras más emblemáticas como ‘El cuervo’ y ‘Los crímenes de la calle Morgue’. Es jugar con la historia pero ser fiel al espíritu de la época y de Poe”, sostiene Esquinca.
‘‘Lo pongo a batirse en duelo, a revivir cadáveres, a meterse en Five Points, el barrio más peligroso de Nueva York y quizá del mundo de entonces. Podía darme esas licencias pero nunca traicionar el espíritu de Edgar. Sabemos que era una persona profundamente romántica, atormentada, sensible y mordaz. Hay suficientes testimonios.
‘‘Era platónico en sus amores. Ahondaba sus abismos esa manera de beber que él tenía. Lo que yo hago es desbordar mi imaginación en lo que pudo haber vivido: unas aventuras increíbles, y él es una persona asombrosa, es como un héroe de una novela de aventuras.”
La novela Las increíbles aventuras del asombroso Edgar Allan Poe será presentada por Isabel Zapata, Marina Azahua, Jorge Comensal y el autor en Casa Tomada (Pachuca 146-A, colonia Condesa), el viernes 16 de noviembre a las 19 horas.