El Senado de la República retomó el procedimiento para nombrar a los 18 magistrados anticorrupción, asunto que les heredó la anterior legislatura; lo más probable es que se regrese la propuesta del presidente Enrique Peña Nieto y que la decisión corresponda al próximo gobierno.

El nombramiento de los magistrados del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, encargados de sancionar a los servidores públicos que incurran en actos de corrupción, está pendiente desde hace año y medio, toda vez que, aunque había un acuerdo previo entre PRI y PAN –que se habían repartido a los candidatos–, al final se confrontaron en la coyuntura electoral pasada y el tema quedó congelado.

El presidente Peña Nieto remitió a fines de abril del año pasado, cerca del final del periodo ordinario, su propuesta de quiénes ocuparían los 18 cargos de magistrados anticorrupción. Un estudio de la entonces fracción del PT-Morena reveló que 14 tenían nexos con el PRI y el PAN, sólo seis reunían el perfil y dos tenían antecedentes negativos en su desempeño judicial.

La oposición rechazó que se ratificaran, el PAN se dividió y el coordinador del PRI, Emilio Gamboa, ya no contó con los votos para ratificar a los magistrados.

De acuerdo con el procedimiento establecido en la reforma constitucional que creó el Sistema Nacional Anticorrupción, el Senado debería devolver la propuesta al Ejecutivo federal –en caso de no aprobarla–, para que les remitiera otra, pero nunca se hizo.

La actual legislatura enfrenta, además, dos juicios de amparo, promovidos ante la omisión del Senado para resolver sobre el nombramiento de los magistrados anticorrupción propuestos por el Ejecutivo federal, informó el presidente de esa Cámara, Martí Batres, en la sesión del martes pasado.

Por ello se revivió el procedimiento, que fue turnado a las Comisiones de Justicia y Anticorrupción y Participación Ciudadana. La decisión, sin embargo, se tomará en la Junta de Coordinación Política. El paso siguiente será aprobar o regresar la propuesta de Peña y Morena, que es mayoría, va por la segunda opción.