La Asociación Nacional de la Industria Química (Aniq) acusó que la inseguridad, los incumplimientos de Petróleos Mexicanos (Pemex) a la proveeduría de insumos y los altos costos de las importaciones de gas natural licuado provocaron cierres parciales en líneas de producción de las firmas del sector y ponen en riesgo la implementación de las zonas económicas especiales en el sur del país.

Eduardo Escalante, presidente de la organización (que representa a las empresas que generan más de 95 por ciento productos químicos), criticó la caída del sector en su contribución al producto interno bruto (PIB), de 4 a 1.8 por ciento en 2017, así como la enorme dependencia del exterior.

Resaltó que los cierres parciales no han derivado en despidos, aunque advirtió que de continuar los factores adversos se pone en riesgo la viabilidad de las empresas.

En la inauguración del 50 Foro Nacional de la Industria Química, con la participación del secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, el director de la Aniq apuntó que la realidad de las empresas del sector, al concluir la actual administración, se caracteriza por la creciente escasez de productos que provee Pemex, como metano, etano y amoniaco, entre otros.

El desabasto, provocado por la baja en la producción de petrolíferos de Pemex, hace necesario que las empresas cubran sus déficit con importaciones; sin embargo, los costos de transporte y la falta de infraestructura hacen inviables las compras al exterior, teniendo que disminuir la producción llegando incluso al cierre de plantas.

Destacó que en el sureste del país las empresas enfrentan los precios elevados de las importaciones de gas natural licuado, lo que les resta competitividad y ponen en riesgo el proyecto gubernamental de crear las zonas económicas especiales.

Braskem descarta ruptura

El consorcio de capital brasileño Braskem-Idesa, que opera el complejo Etileno 21, descartó la ruptura del contrato que tiene con Pemex en la operación de la planta petroquímica de Nanchital, Veracruz.

México es conocido por respetar los contratos y el gobierno electo ya anunció que va a mantener los relacionados con las rondas petroleras. No vemos ningún indicativo de una ruptura en la operación de ese complejo, resaltaron Stefan Lepecki, director general de Braskem-Idesa, y Cleantho Leite, director de relaciones institucionales.

Braskem es una filial de la compañía brasileña Odebrecht, envuelta en escándalos de corrupción en México y América Latina. Firmó con Pemex un contrato de suministro en 2010, con el cual la empresa del Estado vendería al consorcio 66 millones de barriles diarios de etano con un descuento de 30 por ciento.