Lunes 15 de octubre de 2018, p. 24
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) admitió que el aumento en los precios de la energía genera malestar entre los empresarios, pero se opuso a que haya una intervención del Estado en la fijación de tarifas.
La evolución de los precios de energéticos genera malestar entre los agentes económicos, que demandan una solución a su constante aumento después de la liberación en enero del año pasado, con la promesa de que esto contribuiría a su disminución. Además, una de las promesas de campaña fue precisamente una baja en las tarifas
, expuso el organismo privado en su análisis económico del domingo.
Advirtió que la dinámica de los precios de los energéticos puede agudizar las demandas por un ajuste a la baja, lo cual podría estimular nuevamente la propuesta que se hizo durante la campaña presidencial sobre la posible fijación de precios de productos estratégicos para la actividad económica
. Sin embargo, esta política implicará desequilibrios para el mercado y propiciará efectos tan negativos que al final del día afectarán a los que menos tienen
.
El Ceesp explicó que cuando el Estado interviene para fijar precios o tarifas de garantía y subsidios, generalmente distorsionan los costos de mercado para beneficiar a algún sector o grupo.
Sostuvo que los más privilegiados por el control de los precios son quienes tienen la mayor capacidad de compra.
Recordó que en los subsidios a la gasolina y el diésel, el costo para el gobierno entre 2007 y 2014 fue de 871 mil millones de pesos, que benefició a quienes menos lo necesitaban, pues son aquellos grupos con mayor capacidad de consumo quienes se vieron beneficiados por la adquisición a costos menores.