Mujeres de palabra
xisten muchos testimonios de que las niñas aprenden a hablar y a escribir antes que los niños. Pero después, la inercia cultural pareciera arrebatarnos las palabras y la pluma. Y es que para escribir hay que estar sentadas muchas horas, lo que para la mayoría de las mujeres es difícil.
Si actualizamos las cuentas de Virginia Woolf, diremos que a los 7mil millones de habitantes que hay en el mundo hoy los han parido y criado, o mal criado, las mujeres. Hay mucho tiempo femenino invertido en esas faenas. Eso explica, en parte, que el Premio Nobel de Literatura lo hayan recibido hasta hoy 100 hombres y sólo 17 mujeres y el Cervantes cuatro mujeres y 38 hombres.
Por eso celebraremos por tercera vez el Día Mundial de las Escritoras, creado en 2016 por iniciativa de la Biblioteca Nacional de España, la Asociación Clásicas y Modernas para contrarrestar la discriminación histórica de las mu- jeres en literatura y la Federación de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias.
Estamos recibiendo textos no mayores de una cuartilla, de mujeres de 15 a 80 años y más para programar su lectura el 16 de octubre a las 17:30 horas en La Sazón, en Plaza de la Constitución 17, Centro de Tlalpan. Para participar, por favor envíen sus poemas, relatos o cuentos al correo [email protected]
En el Día de las Escritoras suele destacarse que no existe una palabra en masculino equivalente a musa
, ya que históricamente se sitúa a la mujer como fuente de inspiración y al hombre como creador. El mundo ha mejorado desde que las primeras escritoras lograron publicar sus obras (a veces con un seudónimo masculino), pero no hemos conquistado del todo el Cuarto propio
en el mundo editorial. Queremos crear una palabra nueva para nuestros musos
y a golpe de pluma y papel conquistar un mejor lugar para nuestra literatura.
Ojos que aun cerrados saben mirar y encontrar/manos emplumadas que con palabras salvan sueños olvidos y verdades/ellas trabajan--es un ejemplo-- con amores realizados o que nunca fueron/con amores que ya no esperaban y que al fin llegaron/ Escritoras/con sus plumas sabias de colores nunca vistos/ capaces de alumbrar instantes perpetuos/…
Silencio: ¡Mujeres escribiendo¡