Madrid. Decenas de miles de personas se manifestaron en Barcelona, capital de Cataluña, en contra de la secesión y a favor de mantener la unidad de España.

Según los organizadores más de 300 mil personas colapsaron el centro de la ciudad con el reclamo de mantener la actual autonomía en una manifestación caracterizada por el tono lúdico y reivindicativo. Según la policía municipal la protesta no superó las 65 mil personas.

Barcelona se convirtió, otra vez, en el centro de la movilización de los partidarios de mantener la unidad del país y de rechazar los proyectos separatistas liderados por los partidos nacionalistas catalanes.

Esta semana se puso de manifiesto por primera vez la fractura del independentismo, entre Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts per Catalunya (JxCat), pero también con los anticapitalistas de la Candidatura de Unidad Popular (CUP), que reclaman la desobediencia jurídica para librerar a los presos políticos y activar el ordenamiento legal de la nueva República catalana.

En el movimiento ciudadano que se autodefinió como Tabarnia, liderado por el actor cómico Albert Boadella, decenas de miles de ciudadanos expresaron su rechazo a la independencia, en una marcha en la que abundaron banderas españolas, catalanas y tabarnesas y pancartas con lemas en contra de los principales líderes separatistas, como el ex presidente Carles Puigdemont, huido a Bélgica, y el actual mandatario catalán, Quim Torra, al que acusan de racista y xenófobo por sus numerosos artículos vejatorios contra los españoles.

La movilización fue convocada por varias organizaciones, entre ellas la dirección de Tabarnia, que es una especie de ficción irónica desde la que se promueve, siempre desde el humor, la secesión de Cataluña de Barcelona y de las regiones que no son afines a la independencia.

También estuvieron presentes asociaciones como España y catalanes, que defiende la españolidad de Cataluña y la plataforma Sociedad Civil Catalana, integrada por ciudadanos de todas las tendencias ideológicas, que también proclama la vinculación de la autonomía al Estado español.

Durante la protesta se hizo un llamamiento por mantener la convivencia pacífica en Cataluña entre algo más de 45 por ciento que defienden la secesión y el resto de la población. También se denunciaron los ataques recientes contra líderes políticos de partidos españolistas, quienes han sufrido insultos y acoso, sobre todo de la formación emergente Ciudadanos, que se convirtió en la lista más votada en los comicios autonómicos del pasado 21 de diciembre.

También se registraron dos concentraciones más: una convocada por la Plataforma Antifascista de Barcelona y por los Comités de Defensa de la República (CDRs), que pretendían frustrar la protesta, y otra más, a tan sólo unos metros, de los partidos de extrema derecha Falange Española y Democracia Nacional.

En tanto en Madrid, durante el tradicional desfile militar del 12 de octubre, el presidente socialista Pedro Sánchez, recibió abucheos, insultos y silbidos. Al acercarse al atril donde dio inició el desfile, miles de personas gritaron fuera, fuera, okupa, traidor, al tiempo que reclamaron la convocatoria de elecciones generales.

En tono irónico, Sánchez afirmó: no voy a ser menos que (Felipe) González y (José Luis Rodríguez) Zapatero, en referencia a los ex presidentes, quienes también recibían insultos durante este desfile militar.