En la Biblioteca de México se presenta la exposición Rockdrigo González/Realidades en la Ciudad de México en tiempo de híbridos. La muestra empezó el sábado 22 de septiembre en el patio Octavio Paz, con la charla El Gorrión Rupestre, con anécdotas hilvanadas entre Genoveva González, hermana del autor de El Metro Balderas, y Fausto Arrellín; mientras, Iris Bringas y Jehová Villa interpretaron música compuesta por el compositor nacido en Tampico.

En días subsecuentes se han presentado videos y la muestra ha permanecido abierta a todos los visitantes.

Alfonso Zárate, artista visual, escultor y museógrafo de la biblioteca fue el curador y quien propuso la actividad a las autoridades del recinto. “Cuando presenté el proyecto a la biblioteca fue como oír ‘¿Cómo, Rockdrigo en la Biblioteca de México… aquí, donde se han presentado exposiciones de Octavio Paz, de José Luis Martínez?’ La pregunta siguiente fue?: ‘¿Estás seguro de que Rockdrigo puede funcionar para una biblioteca?’ Al final, el espacio en el recinto se lo ganó el propio Rockdrigo con su bagaje cultural y su relación con Ciudad de México.”

La inclinación de Zárate por “el arte en general, no sólo el de la plástica, sino en todas las que convergen –llámense cine, pintura, escultura, música, literatura”–, no es gratuito; tiene una historia. “Nací en Tepito, pero mi familia emigró hace 20 años a otra zona; yo me quedé en la Guerrero. Allí empecé a darme cuenta de la producción autogestiva, de cómo la gente empieza a organizar sus propias actividades de cualquier índole, no sólo culturales, sociales o políticas.

“Allí empezó mi interés por la gestión autogestiva. Y dentro de ésta se fraguó y se realizó Rockdrigo, Realidades... Para esta exposición no hubo presupuesto, lo que nos brindó la biblioteca fue el espacio, la difusión. Yo trabajo para este recinto y me he dado cuenta de cómo la contracultura ha ido permeando estos espacios. No me considero curador, sino sólo un gestor cultural interesado en abrir puertas y presentar proyectos como este, que pareciera que estuvieran soterrados.

La exposición sí fue una inversión de trabajo. Invité a muchos artistas, diseñadoras y hasta hubo actuarios, fans y gente en general que quisieran trabajar conmigo sin paga en este proyecto.

La muestra se divide en tres bloques temáticos: las influencias de Rockdrigo en ciudad de México en los años 70, obra de Rodrigo y el legado. Sobre este último tema Alfonso señala: “Al casete Hurbanoistorias lo considero una obra conceptual de autogestión y de transgresión, al escribir hurbano con h; además, él mismo lo generó y vendió su disco de mano en mano. Es fascinante transgredir sin violencia, a través de la palabra, la literatura y el mismo arte. Había que mostrar cómo un músico hizo todo esto. El objetivo es enfatizar la autogestión y la trasgresión”

Dos fines de semana más permanecerá esta exposición en La Biblioteca de México. Alfonso explica: Hoy “tenemos una visita guiada y musicalizada por esta exposición; será con un chico que conocí en la calle tocando música de Rockdrigo y con él haremos un viaje juntos por el Patio del Cine.

“El día 20 tenemos una actividad con niños, que se llama Préstame tu máquina del tiempo, para que a partir de los bocetos de Rodrigo sobre artefactos, los niños creen imágenes y esculturas; también ese día se proyecta la película Cómo ves, de Paul Leduc.”

Con estas actividades concluye la muestra dedicada al Profeta del nopal en la biblioteca, ubicada a unos pasos de la Ciudadela.