Jueves 11 de octubre de 2018, p. 6
Trabajadores sindicalizados de la Secretaría de Cultura federal instalaron ayer un plantón afuera de las oficinas de la dependencia, ubicadas en Paseo de la Reforma 175, para demandar a las actuales autoridades el cumplimiento de varias prestaciones y derechos, problemática surgida hace tres años con la conversión del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) en secretaría.
Otro grupo, en tanto, mantiene el campamento afuera de la casa de transición del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, en espera de que la próxima titular de la dependencia, Alejandra Frausto, les informe sobre los planes de operación de la secretaría en el siguiente sexenio, tras reiterar que es ‘‘inviable” el traslado de la misma a Tlaxcala.
El viernes, plática con María Cristina García Cepeda
Carlos Hernández Castillo, integrante del colegiado general de organización del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Secretaría de Cultura, dijo en conferencia de prensa que podrían levantar los plantones el próximo viernes si logran un acuerdo con las autoridades. Ese día tienen previsto un diálogo con la titular del despacho, María Cristina García Cepeda.
Aclaró que no están en contra de la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República, ni de su proyecto de nación, sino que buscan ‘‘apoyo y cobijo del presidente electo y su equipo de transición, en el entendido de su discurso de mantener una política de puertas abiertas y ser incluyente con los ciudadanos, así como con la clase trabajadora”.
Ayer desde temprana hora, aproximadamente un centenar de empleados se apostaron sobre la banqueta y el camellón de Reforma –frente a la sede de la Secretaría de Cultura–, donde colocaron un par de mantas con sus peticiones, un aparato de sonido y una casa de acampar, en acción paralela a su presencia en el exterior de la casa de transición, desde el pasado martes.
También comenzaron mesas de negociación de los tres sectores que integran la representación sindical con autoridades del organismo federal, para discutir el pliego petitorio. La primera fue de los trabajadores de la Secretaría de Cultura (sector central); por la tarde, de los empleados del Instituto Nacional de Antropología e Historia y hoy de los de Bellas Artes.