Lunes 8 de octubre de 2018, p. 37
Con actividades culturales y noches de bohemia, a la par de la lucha legal que emprendieron, los propietarios del emblemático café Trevi, junto a la Alameda Central, buscan evitar su cierre y con ello que se borren más de seis décadas de historia.
La cafetería, que se promueve como italiana por su fundador, Franco Pagano, un aventurero que llegó en 1955, atrae a propios y extraños no por su comida a precios económicos, sino por su aspecto retro, sus sillas rojas acolchonadas, sus vitrales, lámparas fluorescentes y letreros de luces de neón, que mantienen detenido el tiempo en los años 50.
Ha sido escenario de películas, series y comerciales, porque prácticamente no se requiere mayor escenografía para explotar la nostalgia de los tiempos idos y recordar los inicios de la ciudad moderna de aquel entonces, cuando el hotel Regis, sobre la avenida Juárez, era el centro de la vida social y política del país, y la Cueva del Tesoro, sobre Doctor Mora, un almacén que funcionaba también como farmacia, juguetería y mercería.
De ese paisaje pocos son los negocios de antaño que sobreviven; a unos los desplomó el sismo de 1985 y a otros la gentrificación, proceso que ha desplazando paulatinamente a los oriundos del barrio desde la remodelación de la Alameda Central, para dar paso a cadenas de restaurantes de comida rápida y franquicias de todo tipo.
Han convertido la avenida Juárez y la calle Madero en una plaza comercial; las mismas tiendas que encuentras en Plaza Delta o en cualquier otra están aquí
, expresa Julio César Castillo, quien se encuentra al frente del café, después de que su tío José Luis Dávila, a quien el empresario italiano traspasó su negocio, sufrió una caída que lo imposibilitó de seguir trabajando.
Ubicado en la calle Colón número uno, atrás de la plaza de la Solidaridad, la cafetería, al igual que otros establecimientos y los más de 30 departamentos del inmueble que los alberga, fueron vendidos a un grupo de empresarios que pretende habilitar oficinas tipo coworking, un hotel boutique y restaurantes gourmet.
Sé que es enfrentarnos con Sansón a las patadas, pero estamos haciendo todo lo posible para sobrevivir y mantener este espacio. A raíz de este situación, triste y preocupante, nos hemos unido como comunidad, porque no es un caso aislado
, expresó, y señaló que el café es fuente de ingresos para 15 familias, una tercera parte de la tercera edad, con más de 35 años de trabajo.