Opinión
Ver día anteriorViernes 5 de octubre de 2018Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
El movimiento estudiantil del 68, descifrar el jeroglífico 18
E

l 2 de octubre no se olvida. Pero, la frase despierta múltiples interpretaciones y nuevas hipótesis en torno a la evolución, curso y consecuencias del movimiento estudiantil que cada año cobra nueva vida por estas fechas.

Son muchos los calificativos que le son aplicados. Mas el lenguaje, la palabra, nunca termina de dar cuenta de aquello que se escapa, se oculta y sin embargo es su centro.

Lo que por enigmático e imperceptible se torna de difícil desciframiento. No obstante al atender a lo percibido aunado a la interioridad existe la posibilidad de otra lectura de los hechos.

En el recuento de los daños, más allá del desenlace lo que prevalece es una dolorosa sensación dedesamparo ante la situación vivida.

Misma que hoy se enlaza a los 43 desaparecidos de la Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa. Lo que será nuevamente de difícil desciframiento. ¿Una neurosis traumática que se repite en los hechos sucedidos en la ciudad de Iguala, Guerrero, como una forma de elaborar los duelos? ¿Quién detendrá que se sigan repitiendo estos hechos? ¿Cómo?

Una sensación de desconfianza y miedo recorre y se desliza por las ciudades. Como en El castillo, del escritor checo Franz Kafka, la cima no es el fin sino lo inaccesible.

Una puerta que conduce a otra puerta, un secreto que oculta otro secreto, que siempre quedará lejos de nosotros. Mientras, seguiremos intentando elaborar…

Una desconfianza que hace interminable cada punto, cada coma, cada pausa, cada palabra que pueden ser llevados hasta el infinito. En los límites del encuadre tiempo, lugar, personas, formas de expresión, respeto mutuo, que a su vez se tornan ilimitados y generan ambivalencias en el orden para plantear los temas.

Reflejos de una experiencia en la que queda abolida la conciencia abierta a lo inimaginable con severos matices persecutorios y querulantes y que de algún modo proscribe las palabras que corresponderían a su dominio y que pone de manifiesto un abismo construido de ‘‘paranoias” mutuas entre los diferentes grupos, subgrupos, ideologías, donde el lenguaje (¿diálogo?) es motivo de interminables sospechas. La confianza básica multiplicada en los medios de comunicación pone de relieve, los instantes trágicos en el que los sentidos se destruyen y se llega incluso a la violencia.

Desconfianza, máscara de abandonos que habla de algo inaprensible que juega en el interior mismo de las palabras, fisuras en que se escapa el sentido transformando lo real en expresiva mudez. Las palabras existen independientes de lo que expresan, desligadas de contenido, disociadas y escindidas de significado.

Las neurosis traumáticas son parte de la vida mexicana: Conquista, Revolución, temblores, desastres naturales, guerra a los narcotraficantes, etcétera, etcétera.