Viernes 5 de octubre de 2018, p. 6
El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) debe explicar el destino de los murales de la antigua Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (Centro SCOP) que están siendo desmontados, exigen artistas, académicos y especialistas.
De acuerdo con el abogado Juan Mario Mondragón, el INBA ‘‘no ha dado a conocer a la sociedad por qué ahora los están desmantelando ni sabemos cuál es su destino. Ya empezaron las obras y por eso nos manifestamos”.
Mondragón recordó que en meses recientes se ha especulado sobre el futuro de ese patrimonio. ‘‘El argumento de las autoridades para desmontar los murales es que supuestamente el edificio y las obras están dañadas debido a los sismos de 1985 y 2017”, aunque sostuvo que no existe un pronunciamiento de la SCT o del INBA al respecto.
‘‘Hemos buscado en Transparencia y no hay nada publicado. Igual se presentaron los oficios solicitando esa información y no ha habido respuesta. No tenemos conocimiento si hay una licitación para una empresa a la que se le asignó el trabajo y si las personas asignadas al mismo están capacitadas para efectuarlo.”
El subdirector general de Patrimonio Artístico Inmueble del INBA, Xavier Guzmán, dijo que ‘‘sí existe un dictamen estructural de 2013 y su correspondiente actualización de 2018. Lo tiene la SCT”, y precisó que los murales que sean retirados ‘‘se reubicarán en unas bodegas adecuadas en el mismo terreno del Conjunto de la SCT”, y afirmó que el INBA no tiene información de que esas obras vayan a ser instaladas en el nuevo aeropuerto.
Para esa dependencia los murales ‘‘se han ganado un lugar y son icónicas del sitio (en el que ahora se encuentran), de ahí que estemos de acuerdo en que se coloquen en las bodegas mencionadas”.
Añadió que el personal de la empresa CAV, que realiza el desmontaje de los murales, está capacitado y esas labores las supervisa el INBA.
Entre los murales cuya creación data de 1954, están: Canto a la patria, Independencia y progreso y Los libertadores, de Juan O’’Gorman; Los mayas, Conquista y libertad, Los aztecas, Cosmogonía y Cuatro siglos de comunicaciones, de José Chávez Morado; Sol de tierra y Jaguar, de Guillermo Monroy; Sol de aire, de Arturo Estrada; Al héroe del trabajo, de Luis García Robledo; El trabajo obrero y campesino e Intercambio de productos, de Rosendo Soto, y Sol de lluvia y fuego, de Jorge Best.
Durante la protesta se leyó un comunicado fechado el pasado 3 de octubre del Consejo Académico del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap) del INBA, en el que se manifiesta su preocupación y solicitan a la ‘‘instancia competente se pronuncie en defensa de la preservación y restauración de los murales y esculturas que se encuentran en el inmueble”.
Estamos al tanto del deterioro del edificio a causa de los sismos del 19 de septiembre de 1985 y 2017, apuntó el Consejo Académico; ‘‘sin embargo, los murales y esculturas no tienen por qué ser parte de la destrucción, fragmentación y desplazamiento para que posteriormente sean embodegados o instalados en un sitio inapropiado. Asimismo nos alarma la prisa que tiene la empresa por terminar la obra de desmontaje y hasta el momento no se ha presentado alguna autoridad que los detenga”.
El muralista Ariosto Otero dijo: ‘‘Estamos exigiendo a las autoridades culturales que detengan la masacre, que la paren hasta que se vea cuál es la verdadera solución a los murales.
‘‘No es justo para la cultura del país. Personalmente hablé con Sergio Mayer, ahora presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados para que se comprometa en un punto de acuerdo a que se detenga el desmantelamiento. La pregunta es: ¿por qué la rapidez de hacer las cosas?”
Adelantó que el lunes se reunirán con autoridades del INBA para que nos expliquen la situación
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