Expertos, ciudadanos y organizaciones cuestionan que el lago Nabor Carrillo se utilice como zona de regulación de las aguas que provienen de los ríos del oriente y el drenaje del valle de México. Argumentan que su vocación se cambió, se está secando y esto afecta a miles de aves migratorias. Incluso, la última semana, como parte de las acciones en contra del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en esa región, como bandera se utiliza ese vaso. Se lanzó la campaña #YoPrefieroElLago, en referencia a dicho cuerpo lacustre.

El Nabor Carrillo es parte del Plan Lago de Texcoco, establecido en 1971, cuyo fin era la sustentabilidad hidroecológica del lugar y de los nueve ríos tributarios del oriente del Valle de México. Con él se preveía aumentar las áreas verdes, abrir un espacio para actividades culturales y deportivas, entre la autopista y los lagos Nabor Carrillo y Recreativo, de acuerdo con datos de la gestión pasada de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Se estima que se invirtieron alrededor mil 500 millones de pesos en ese proyecto.

La cancelación del Plan Lago de Texcoco lleva a sacar el agua (de lluvia y residual) del valle de México, lo cual implica un alto riesgo –ocasiona los hundimientos–, y se pierden las funciones hidrológicas del lago, sostuvo Óscar Monroy, experto de la UAM Iztapalapa.

Buena calidad de agua

El Nabor Carrillo es un cuerpo de agua permanente y con buena calidad del agua, y la intención de la Conagua es hacerlo una laguna de regulación, aseveró Fernando Córdova, académico de la Universidad Nacional Autónoma de Mexico, en el análisis Manifestación de impacto ambiental del nuevo aeropuerto.

Esta transformación implica no sólo la desecación del lago, sino la incorporación de aguas residuales. La intención de esta transformación es aumentar la capacidad de regulación para apenas alcanzar los requerimientos mínimos de seguridad. La única forma de compensar la pérdida del lago sería la creación de un nuevo cuerpo de agua de dimensiones similares que se encuentre ubicado en la zona baja y oriente de la cuenca.

Agregó que la construcción del aeropuerto en la zona implica la desecación del lago Nabor Carrilo, parte de un proyecto de restauración ecológica en el país, y será secado para evitar que las aves colisionen con los aviones.

El Observatorio Ciudadano del NAIM, a partir de foros de organizaciones ambientalistas en 2014, señaló como grave el hundimiento de Ciudad de México debido a la sobrexplotación de los acuíferos. La construcción del aeropuerto podría contrarrestar algunos de los logros que se han tenido tras invertir durante más de cuatro décadas en medidas para restaurar el lago de Texcoco.