Jueves 27 de septiembre de 2018, p. 42
En México, una tercera parte de los adultos tiene, por lo menos, tres de siete factores de riesgo para desarrollar enfermedad cardiovascular. Esta es la principal causa de muerte sobre todo entre quienes padecen diabetes, pues 70 por ciento pierden la vida por afecciones cardiacas, afirmó Francisco León, presidente de la Asociación Nacional de Cardiólogos de México.
Indicó que los diabéticos tienen el mismo riesgo de sufrir un infarto al corazón que quienes tuvieron un primer episodio. Además, están las personas con hipertensión arterial, que también provoca daños cardiovasculares. En el país más de la mitad de quienes viven con esta alteración no lo saben.
Al año se registran 135 mil decesos por enfermedades cardiovasculares, de las cuales alrededor de 100 mil son por infartos agudos al miocardio. En México y el mundo esta es la principal causa de muerte, señaló Pedro Iturralde, presidente de la Sociedad Mexicana de Cardiología.
Resaltó que la presión arterial elevada, obesidad, diabetes, tabaquismo, sedentarismo y malos hábitos de alimentación son los siete principales factores para afecciones cardiacas, las cuales mantienen una tendencia al alza. Además de las razones mencionadas, influye el creciente número de adultos mayores.
Fortalecer la prevención
El 29 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Corazón, por lo que la Alianza por un Corazón Saludable, integrada por las principales sociedades médicas de esta área en el país, llamó la atención sobre la importancia de fortalecer la prevención y exhortar a la población a realizar ejercicio físico, bajar de peso y dejar de fumar.
Adolfo Chávez, presidente de la alianza, comentó que en México ha avanzado la detección temprana de la falla cardiaca y la atención a infartos en las instituciones públicas de salud, con lo que se ha logrado bajar la mortalidad, pero falta mucho en la prevención primaria, que consiste en modificar el estilo de vida a fin de disminuir el riesgo de afección al corazón y la muerte.
En cuanto a las estrategias públicas para abatir la mortalidad por infartos, el cardiólogo Alfredo Estrada destacó que se ha reducido a la mitad la mortalidad en los lugares donde existe infraestructura médica para atender a los enfermos, sobre todo en las grandes ciudades.