El gobierno que se iniciará el 1º de diciembre recibirá una economía fuerte y finanzas sanas, y no sólo se le entregarán buenas cuentas, sino también bien las cuentas, aseguró el secretario de Hacienda, José Antonio González Anaya, al comparecer ante el pleno del Senado para la glosa del sexto Informe presidencial.

Sostuvo que la administración que encabezará Andrés Manuel López Obrador heredará retos, pero también una economía fuerte y resiliente, que brinda certeza a todos los actores de que México cuenta con variables macroeconómicas que protegen sus ahorros y brinda espacios para la inversión.

Sin embargo, Morena y las demás fuerzas políticas, a excepción del Partido Revolucionario Institucional, pusieron en duda sus afirmaciones y cuestionaron el bajo crecimiento económico y la elevada deuda externa. El titular de Hacienda respondió que si bien el endeudamiento alcanza el equivalente a 45 por ciento del producto interno bruto (PIB), se logró frenar y va en descenso. Insistió en que esa deuda, que llega a 200 mil millones de dólares, es, entre comillas, razonable.

En su última comparecencia ante esa cámara, el secretario de Hacienda agregó que las reservas internacionales y una línea de crédito flexible por más de 260 mil millones de dólares cubren la deuda pública, aunque lo relevante es que comenzó a disminuir.

Modelo económico devastador

Ifigenia Martínez (Morena) le hizo notar que la deuda pública, de 10.7 billones de pesos, es dos veces el presupuesto de egresos de la Federación de este año: Esta deuda representa 35 mil pesos por habitante respecto a 2013 y lo que preocupa más es que su costo financiero haya crecido en relación al PIB, en tanto que la inversión pública disminuyó en 14 por ciento. Recalcó que el Estado ha olvidado para quién gobierna y sólo ha servido a un modelo económico liberal devastador.

Asimismo, el presidente del Senado, Martí Batres, le señaló al final que no es suficiente la estabilidad macroeconómica para presumir estabilidad en los hogares de las familias mexicanas.

González Anaya insistió en que a pesar del complejo entorno económico global y los choques internacionales, México logró una inversión de 200 mil millones de dólares provenientes del sector energético, aun cuando se estimaba una inyección de sólo 50 mil millones, es decir, cuatro veces mayor a lo estimado.

Respecto del bajo crecimiento económico, González Anaya indicó que 2.5 no es lo que se deseaba, pero el gobierno de Enrique Peña Nieto debió enfrentar choques importantes, como la caída de 70 por ciento del precio del petróleo y la recesión en Estados Unidos. El entorno internacional no dio para más, sostuvo. Sin embargo, subrayó, de cara a la transición entregaremos un país que tiene su estabilidad anclada en unas finanzas públicas sanas y un sector financiero con índices de capitalización muy por encima del estándar internacional.

En una respuesta al Partido Verde Ecologista de México, González Anaya precisó que el sector público ha gastado cerca de 38 mil millones de pesos en la reconstrucción de las zonas afectadas por los sismos del año pasado.

Precisó que buena parte de los recursos se distribuyeron con 250 mil tarjetas de Bansefi, de las que sólo 250 fueron clonadas, pero los damnificados no resultaron afectados porque se les restituyeron.

Expuso también que la dependencia a su cargo intervino en el caso de desvío de recursos de la Secretaría de Desarrollo Social por medio de empresas fantasmas y logró recuperar 100 millones de pesos.