El presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal, resaltó que no le extraña que el Partido Acción Nacional (PAN) se haya salido de la sesión del jueves en la que se ratificó el Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ya que es parte de su estrategia política, pero lo importante es que la labor en el pleno no se suspendió y con el voto de todas las demás fuerzas políticas se avaló ese instrumento en beneficio de los trabajadores.

En conferencia de prensa, el también coordinador de Morena rechazó que se haya avasallado al PAN o al Partido Revolucionario Institucional (PRI), o que se haya violado el reglamento, como sostuvieron el blanquiazul y parte de la cúpula empresarial. Simplemente los roles cambiaron, las mayorías del pasado ahora son minorías.

Además, es muy probable que haya más diferencias con PAN y PRI, porque somos proyectos de nación distintos.

Dejó claro que la mesa directiva del Senado, que preside Martí Batres, actuó conforme al reglamento y que los representantes de los grupos empresariales son respetados y siempre serán escuchados, pero los que vamos a decidir sobre lo que creemos debe impulsarse para beneficio del país somos la mayoría de los legisladores.

Oportunidad histórica

Monreal recordó que en junio de 2013, cuando era diputado federal, presentó un exhorto ante el pleno de esa cámara para que se ratificara el Convenio 98, pero como formaba parte de un grupo minoritario lo excluyeron y el exhorto nunca se aprobó.

Agregó que ahora que soy senador y formo parte de la mayoría no iba a dejar pasar esta oportunidad histórica de aprobar ese convenio. Dijo que incluso algunos organismos empresariales también han aplaudido y están de acuerdo con que ya era hora de avalar ese acuerdo internacional para beneficio de la clase trabajadora.

A su juicio, con la ratificación del Convenio 98 de la OIT para la libre sindicalización se inicia una nueva relación obrero-patronal, en la que los trabajadores podrán recuperar la democratización dentro de sus organizaciones, así como extirpar los sindicatos blancos y los contratos de protección.

Se trata, señaló, del primer instrumento de carácter internacional en beneficio de los trabajadores aprobado por la 64 Legislatura, mediante el cual se iniciará la lucha para recuperar el poder adquisitivo obrero y lograr un equilibrio entre la fuerza del trabajo y la fuerza empresarial. Ya llegó el momento del trabajador, recalcó.