Foro nacional
Mayor circulación del virus AH1N1 en el próximo invierno
Jueves 20 de septiembre de 2018, p. 40
Guadalajara, Jal., La mortalidad por influenza se ha concentrado en las zonas pobres del país (localidades aisladas, rurales e indígenas), lo que aunado al cambio climático incide en una mayor transmisión de la enfermedad en las ciudades, obliga a modificar o ampliar la vacunación y la educación en salud, advirtió Rodolfo Acuña del Departamento de Microbiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
A unas semanas del inicio de la temporada invernal, cuando aumenta la influenza, Guillermo Ruiz Palacios, coordinador de los institutos nacionales y hospitales de Alta Especialidad de la Secretaría de Salud, explicó que estos virus tienen gran capacidad de cambiar y adaptarse para sobrevivir.
Eso es lo que se ha visto históricamente y fenómenos como que la cepa AH1N1, causante de la pandemia de 2009 provocara cuadros graves de enfermedad y alta mortalidad en adultos jóvenes.
Los especialistas participaron en el Primer Foro Nacional de Influenza, organizado por el laboratorio farmacéutico Sanofi Pasteur en esta ciudad, donde se resaltó que para la gripe de invierno, que comienza en la segunda quincena de octubre, se anticipa que habrá mayor circulación del virus AH1N1.
Ruiz Palacios comentó que una parte de la explicación de la mayor afectación en ese sector durante el año de la pandemia, está en que aunque ese tipo viral ha existido siempre, no circuló desde finales de los años 70 del siglo pasado. Reapareció como virus recombinante en 2009. Esto significa que las personas nacidas en ese periodo no habían tenido contacto con el mismo y por tanto, carecían de anticuerpos para enfrentarlo.
En cambio, las personas mayores de 65 años no reportaron cuadros graves de la infección en aquel año. El especialista en virología también mencionó que como todos los virus, los de influenza están en mutación constante y eso también explica que en 2015 haya habido un nuevo pico de mortalidad.
Después de la pandemia, además de que el tipo AH1N1 empezó a circular de manera cíclica cada dos años, la cifra de afectados y fallecimientos descendió en cada periodo, pero en 2015 volvió a repuntar.
Explicó que al realizar la secuenciación genética del virus circulante ese año, se encontró que había una mutación en un sector de la superficie de la célula, para la cual, otra vez, los adultos jóvenes no la tenían como parte de su sistema de defensas.
Esto es, subrayó, aunque hay vacunas disponibles contra la influenza, las cuales se actualizan cada año con base en los virus de mayor prevalencia o circulación, la infección sigue siendo un reto para los países.
Por separado, en una conferencia magistral, Acuña Soto compartió algunos de los resultados de su trabajo de investigación. Con mapas de la República Mexicana mostró el comportamiento de la influenza y cómo ésta coincide a lo largo de la historia en mayor morbilidad y muerte en las zonas con mayores índices de pobreza.
También explicó que conforme han crecido las ciudades, se han convertido en zonas desérticas. Son islas de calor y baja humedad
que favorecen la trans-misión del virus. Estos datos y los efectos del cambio climático, entre otros, son útiles para la creación de modelos con los que se pueden diseñar nuevos esquemas de prevención, incluso los grupos prioritarios para la vacunación, así como se ha hecho para enfatizar la importancia de proteger con el biológico a individuos que viven con diabetes y otros padecimientos crónicos, embarazadas, personal de salud, así como los niños de seis meses de edad a cinco años y los adultos mayores.