Jueves 20 de septiembre de 2018, p. 18
De 2014 a la fecha, el colectivo Las Rastreadoras, de El Fuerte, Sinaloa, ha localizado más de 200 cuerpos en fosas clandestinas, de los cuales más de 150 han sido entregados a sus familiares.
Al participar en el tercer Coloquio sobre violencia, narcotráfico y salud mental, en la Facultad de Sicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, Mirna Nereida Medina, líder del grupo integrado por familiares de personas ausentes, cuestionó la inacción de autoridades para localizar a miles de víctimias en el país.
Alejandra González, consultora independiente y especialista en el tema, recordó que hace 12 años comenzó en México una desenfrenada estrategia militarizada contra el narcotráfico
, que podría agravarse con la entrada en vigor de la Ley de Seguridad Interior. El saldo a este momento es de cerca de 40 mil desaparecidos y 174 mil homicidios, donde las dos puntas más altas han ocurrido en 2011, con Calderón, y en 2017, con Peña Nieto; a estas alturas, 2018 cerrará como el peor
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Desde hace cuatro años –dice Nereida Medina–, con varillas, palas y uñas se dedica a rasgar la tierra
en diferentes partes del estado para buscar a los suyos. Desafortunadamente, el gobierno es insensible y no cree en nosotras. Jura que nos cuidará, pero es quien está desapareciendo a nuestros hijos y hermanos
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Indicó que durante este largo camino, en ocasiones también se enfrentan a la sociedad que las critica. “Cuando la gente nos vio que salíamos con las palas a buscar en fosas clandestinas nos llamaron ‘las locas’, porque decían que se tiene que estar loco para ver lo que vemos; el dolor nos vuelve locas, pero es más fuerte la necesidad de saber dónde están, cómo y por qué”.
También lamentó que a los desaparecidos los revictimicen. “Cuando levantan o se llevan a alguien dicen que es porque algo hicieron, y no es cierto. Yo trabajo en esto desde 2014, cuando desapareció mi hijo, y desde ese momento mi vida cambio.
Una vez a un señor le desaparecieron a su hijo y alguien le dijo que no se preocupara, que llegarían Las Rastreadoras con todo su equipo. Cuando arribamos con una varilla, palas y machetes la gente se nos quedó viendo; pensaban que llegaríamos en un tráiler con maquinaria, pero con estas herramientas hallamos al joven. La mayoría de los cuerpos que localizamos los entregamos a sus familiares
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