La situación que enfrentan los migrantes de origen venezolano demanda una atención de carácter humanitario de la más alta urgencia, señaló el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez.

Al participar en el foro regional Protección de los derechos de las personas venezolanas en movilidad humana y el rol de las instituciones nacionales de derechos humanos, que se realizó en Quito, Ecuador, el ombudsman mexicano propuso a sus homólogos de la región andina realizar solicitudes para que los gobiernos de sus países permitan el ingreso de venezolanos que han dejado su país, con base en prácticas internacionales.

La CNDH coordina este año la Red sobre Migrantes y Trata de Personas de la Federación Iberoamericana del Ombudsman (FIO), y González Pérez señaló que desde 2016 más de 2.5 millones de venezolanos se han visto orillados a dejar su nación.

Agregó que existe un compromiso por defender la dignidad de las personas en situación de migración y resaltó la importancia de que la FIO se acerque al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y a la Organización Internacional para las Migraciones con el objetivo de que trabajen en la identificación de áreas en las que el gobierno pueda ayudar en el esfuerzo que se realiza en favor de los venezolanos.

En un comunicado, la CNDH detalló que el objetivo del foro regional fue manifestar el apoyo solidario para facilitar el otorgamiento de un estatuto legal alternativo de protección a venezolanos que les permita tener un espacio donde habitar, acceso al trabajo, a la salud y a la educación.

El ombudsman mencionó que la crisis en aquel país pone a prueba la solidaridad internacional, la capacidad de coordinar esfuerzos y la urgente necesidad de generar sinergias entre diversas instancias para que, con pleno respeto a sus mandatos, ayuden a aliviar la situación que viven los venezolanos.

La FIO está comprometida con la supervisión, apoyo y seguimiento a las medidas adoptadas por los estados nacionales para proteger los derechos humanos de esas personas en contexto de migración.

Refirió que en los últimos cinco años han entrado cada año a México, de manera ordinaria, en promedio 130 mil personas de origen venezolano; 2014 registró el ingreso más alto, con 176 mil 535, por la crisis en aquel país.