Martes 18 de septiembre de 2018, p. 23
Buenos Aires. En momentos en que Argentina atraviesa la peor crisis económica y social desde 2001, con el gobierno del derechista Mauricio Macri, el juez Claudio Bonadío volvió a procesar a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y pidió su desafuero como senadora, por encabezar una presunta asociación ilicíta, sin ninguna prueba concreta, en una acusación basada sobre la fotocopia de un cuaderno escrito por el chofer de un ex funcionario, cuyo original nunca apareció.
Se sabía que Bonadío, un juez con varios procesos por abusos y estrechamente ligado al gobierno macrista, iba a volver a sacar el tema de Fernández de Kirchner, cuando esta administración estuviera al borde del abismo por la crisis sin salida, la caída del peso, la inflación, la candente situación social y a días de un paro general en todo el país, como señalaban este lunes analistas de distintos sectores políticos de oposición.
Bonadío, a quien se compara con el juez Sergio Moro, de Brasil, quien condenó sin pruebas al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso sólo por presunciones
, mantiene relaciones directas con Washington, como se comprobó en el caso de Moro, mientras Bonadío es un invitado muy especial
de la Fundación Libertad, que depende de la Heritage de Estados Unidos y en cuya sede central en Rosario, provincia de Santa Fe, dictó varias conferencias
. En esa sede hacen reuniones funcionarios de Estados Unidos ligados a la CIA, como Roger Noriega, con representantes de las derechas de América Latina y Europa.
Hasta ahora desvió todos los posibles juicios contra Fernández de Kirchner a su juzgado, y ha cometido severos abusos de poder como los allanamientos al departamento de la ex mandataria en esta capital, sin permitir la presencia de su abogado, y la literal toma de su casa en El Calafate, provincia de Santa Cruz, donde las fuerzas de seguridad enviadas por Bonadío estuvieron tres días seguidos, el allanamiento más largo en la historia del país.
En ese tiempo rompieron y agujerearon paredes supuestamente en busca de cajas de dinero ocultas, robándose las bandas y bastones presidenciales tanto de ella como de su fallecido esposo. Incluso el bastón de mando que usó en 1973 el presidente Héctor Cámpora, cuya familia se lo regaló al matrimonio Kirchner. Así lo denunció en un video Fernández de Kirchner, quien este fin de semana mostró a cámara todos los daños a su propiedad.
Revolvieron toda la casa y se llevaron objetos personales, entre ellos un rosario, las réplicas de la espada de Simón Bolívar regaladas por el ex presidente Hugo Chávez. Abogados cercanos a la ex mandataria calificaron de abuso de poder todo lo hecho por Bonadío y las reacciones de diversos sectores del peronismo eran muy fuertes.
En el Congreso, en general ante el anterior pedido de desafuero, el peronismo en todos sus bloques advirtió que no se permitirá hasta que no sea cosa juzgada, lo que se ve imposible a corto plazo.