Martes 18 de septiembre de 2018, p. 21
La banca de desarrollo requiere una sacudida y un giro de 180 grados para acompañar más de cerca a las entidades especializadas en financiamiento en lugar de privilegiar a los bancos para dispersar el crédito, manifestó Enrique Bojórquez, presidente de la Asociación Mexicana de Entidades Financieras Especializadas (Amfe).
En conferencia de prensa, acompañado por Fernanda de Allende, vicepresidenta; Carlos Provencio, consejero delegado, y Carlos Faci, tesorero, pidió que la banca de desarrollo dé mejores condiciones a los intermediarios especializados para reactivar las zonas necesitadas.
Bojórquez convocó a la próxima administración pública federal a retomar el sentido original, de carácter social, con que se forjaron la banca de desarrollo y los organismos de fomento.
Lo anterior, por considerar que las circunstancias que vive el país hacen necesaria una nueva estrategia que enfatice el acceso al crédito a quienes desarrollan un sinnúmero de actividades económicas en el país y que, por sus condiciones económica, geográfica o de diversa índole, les es imposible o limitado el acceso al crédito.
Tasas caras
Comentó que las entidades financieras especializadas tienen tasas de fondeo más caras que los bancos. Mientras a la banca se le presta a niveles de tasa de interés interbancaria de equilibrio (TIIE) más 0.1 o 0.5 por ciento, a éstas el fondeo es de TIIE más 2.6.
Hemos observado que la banca de desarrollo está muy de la mano con los cinco principales bancos del país
, indicó.
Pidió esquemas de garantías ágiles, que faciliten la obtención de crédito y posibiliten el acceso más eficiente y en menor tiempo a dichos productos para los agentes económicos del país.
Sobre la posible fusión de la banca de fomento, indicó que todavía no hay claridad ni definición. El hecho de que se eficienticen las operaciones es bueno
, expresó, pero aclaró que una fusión trae aparejada una etapa de transición, labor titánica y difícil.
La Amfe hizo un llamado al próximo gobierno a que, en caso de que considere racionalizar el número de entidades y organismos de fomento en el sector público eliminando dobles o triples ventanillas de atención al público, la consolidación del sector sea en forma ordenada y sin afectar la operación de los intermediarios.