Lunes 17 de septiembre de 2018, p. 37
Madrid. En la céntrica Plaza de Sant Jaume, donde se encuentran el Palacio de la Generalitat y la sede del ayuntamiento de Barcelona, se enfrentaron defensores de la unidad de España y de la lengua castellana contra grupos de independentistas radicales y antifascistas
. La policía autonómica (los Mossos d’Esquadra) impidió que ambos bandos –cada uno de unas mil 500 personas– se encontraran y pasaran de los insultos a los golpes, pero en el centro de la ciudad se vivieron momentos de tensión.
El origen de la disputa fue la marcha organizada por la plataforma Hablamos Español, asociación civil que defiende la libertad de los padres para educar a sus hijos en el idioma español y en el que no se privilegie, como ocurre en el sistema educativo de la región, el catalán. La movilización había sido autorizada por el ayuntamiento, que les fijó una hora y un recorrido específico que fue modificado precisamente por las exigencias del otro sector, agrupado en torno a los Comités de Defensa de la República (CDR).
Antes de que la marcha unionista llegara a la Plaza de Sant Jaume, alrededor de mil 500 activistas de los CDR desplegaron pancartas, casas de campaña, banderas independentistas y ocuparon el estrado que habían montado los de la plataforma unionista. De hecho, utilizaron los micrófonos para hacer proclamas soberanistas.
Ante la ocupación de la plataforma, la policía decidió impedir a los unionistas celebrar el mitin en la Plaza de Sant Jaume, en el escenario que habían dispuesto para ello.
Fue entonces cuando grupos de radicales de la marcha españolista intentaron llegar hasta la Plaza de Sant Jaume para leer el comunicado a favor de la educación en español que habían preparado e intentaron abrirse paso entre los policías, que fueron aumentando en número a medida que crecían la tensión y los insultos.
La plataforma Hablamos Español convocó a esta manifestación, a la cual se sumaron grupos como Convivencia cívica catalana, El club de los viernes y la Coordinadora miedo Tabarnia.
Entre los independentistas que impidieron la marcha unionista se encontraban los diputados Aurora Madaula y Francesc de Dalmases.