l presidente Trump nunca será bien recordado por quienes abogan por la paz y una relación justa entre Israel y Palestina. Tampoco su fiel aliado Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel. El ocupante de la Casa Blanca canceló la semana pasada todos los fondos que su país daba al programa de Naciones Unidas para paliar las condiciones en que viven miles de refugiados palestinos en Gaza y Cisjordania. Entre otros efectos, medio millón de niños que asisten a las escuelas ya no tendrán el apoyo que recibían.

Es una nueva presión de Trump para obligar a que las autoridades palestinas acepten su plan de paz, que incluye el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel. Estados Unidos ya lo hizo y recibió el rechazo mayoritario de los países que integran Naciones Unidas.

Heredera de culturas milenarias, hace siete años la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) reconoció a Palestina como Estado miembro. Un gesto que destaca la importancia de la herencia arqueológica y cultural de ese pueblo.

En respuesta, Trump anunció que su país dejará la Unesco a finales de año aduciendo el ‘‘continuo sesgo antisraelí’’ del organismo. Netanyahu dijo que dará el mismo paso.

Donald Trump anunció el pasado 6 de diciembre el traslado de la embajada estadunidense de Tel Aviv a Jerusalén, lo que supone dicho reconocimiento de capitalidad de facto y ha cargado de tensión el conflicto en Oriente Medio. El 21 de ese mes, la Asamblea General de la ONU condenó la decisión con 128 votos a favor, nueve en contra y 35 abstenciones. Un día antes Trump advirtió: ‘‘Toman nuestro dinero y luego votan en nuestra contra. Estaremos observando esos votos. Que voten en nuestra contra, ahorraremos mucho. Nos da igual”.

En declaraciones a Reuters, Wasel Abu Yusef, integrante de la Organización para la Liberación Palestina (OLP), dijo que con la decisión de este martes ‘‘la administración de Estados Unidos sigue barriendo los derechos del pueblo palestino. Primero declara Jerusalén como capital de Israel y ahora el tema de los refugiados’’, lamentó.