Sin ser concebida como obra de crítica social, la película Tamara y la Catarina evidencia la cruda realidad de Ciudad de México en una travesía en la que convergen tres mujeres que enternecen y conmueven.

El agridulce largometraje de Lucía Carreras es un drama naturalista sobre la soledad y la solidaridad en una megalópolis, donde la pobreza y la invisibilidad son fuerzas dominantes.

Tamara y la Catarina narra la historia de dos mujeres que coinciden para enfrentar un hecho que ha cambiado sus vidas, en el cual ambas descubren en sus errores y condición una forma de coexistir.

La protagonista es una mujer de 40 años con discapacidad intelectual que recoge a una bebé de un puesto de revistas y nunca recuerda dónde; doña Meche (Angelina Peláez) es una solitaria de unos 60 años, quien, sin pensarlo, se involucra en la situación. Ambas emprenden un viaje para devolver a la niña, lo que les hará entablar un lazo indisoluble y solidario, a manera de una pequeña familia que existe por unos días y propicia una emotiva relación.

Entre los retos, explicó Lucía Carreras, fue que Ángeles Cruz interpretó a una mujer con discapacidad mental, lo cual podía volverse chiste, caricatura o inverosímil, y había que hacerlo de manera cuidadosa; otro aspecto importante fue en el sentido logístico: la presencia de una bebé de un año que sale en toda la película, lo cual obligó a modificar cosas de manera permanente.

En el aspecto creativo, “como cineasta, siempre asumí mis decisiones y fui hasta el final con eso, aunque hubiera gente que no creyera en el proyecto.

En realidad, fue una película en la que trabajé muchísimo el guion, así como la parte visual porque tenía muy claro cómo quería que se viera. Este proceso se conceptualizó cinco años antes, con la finalidad de aterrizar ideas.

Carreras enfatizó que tampoco pensé en hacer una película de crítica social; sin embargo, ésta emerge por la propia historia que se cuenta en un universo citadino muy chilango. Sin embargo, mis búsquedas sí tienen que ver con la situación, la soledad y la emotividad de la mujer, y cómo resuelve su vida en distintos contextos.

Participa en el ciclo Talento Emergente

La película, que se estrenará en octubre próximo y reproduce los sonidos urbanos con la música de Pablo Cervantes, también forma parte de la selección de 14 cintas de la cuarta edición de Talento Emergente 2018, circuito que se realizará en la Cineteca Nacional del 14 de septiembre al primero de octubre y luego recorrerá otras sedes.

Los filmes que se proyectarán en el circuito son Al abrir mis ojos, Goliat, Hoy partido a las tres, Las tetas de mi madre, Milla, Namme, Carnívoras, Los débiles, El espanto, Félicité, Las reglas de todo, Winter brothers: La odisea, así como Tamara y la Catarina, coproducción de México-España que ya ha recibido varios premios y ha sido presentada en diversos festivales.