Para evitar robos, comerciantes deben pagar entre 5 mil y 20 mil pesos al mes con cobros semanales
Martes 4 de septiembre de 2018, p. 30
Un muerto y tres lesionados dejó una balacera dentro de una estética ubicada en la zona oriente del Centro Histórico. De acuerdo con versiones de algunos testigos, los hechos se produjeron en las calles de Nicaragua 7, local 2, al cruce con República de Brasil.
Los cuerpos de emergencia trasladaron a dos personas al hospital Balbuena y uno más al de La Villa. La persona fallecida quedó dentro del local y los presuntos responsables huyeron en dos motonetas.
En ese contexto, comerciantes, empresarios y vecinos del Centro Histórico informaron que durante agosto se tuvo en promedio un muerto al día por la violencia e inseguridad a raíz de la detención de Roberto Moyado Esparza, El Betito, presunto líder de la Unión Tepito.
En las dos semanas recientes nueve personas aparecieron muertas en la manzana que comprende las calles de Manuel de la Peña y Manuel Doblado, pero las autoridades no lo dan a conocer y lo esconden diciendo que se trata de robos. Es la lucha por la plaza
.
Otro asesinato fue cometido el viernes pasado y se relaciona con la banda de Los Jaimes, por lo que nos preguntamos cuántos muertos más quiere el jefe de Gobierno, José Ramón Amieva, para que nos reciba y atienda personalmente
.
Los quejosos, quienes pidieron el anonimato por el temor a represalias, expusieron esta situación al director general de Gobierno, Héctor Maldonado, en una reunión; agregaron que la inseguridad, el cobro de derecho de piso y la violencia van en aumento en la zona oriente del Centro Histórico.
Comentaron que el pago para evitar robos y agresiones va de los 5 mil a 20 mil pesos mensuales, que se cobran cada semana, en la mayoría de los casos, mientras para rescatar a una persona secuestrada se exige un millón de pesos de entrada.
Tras el regateo, se acuerda la entrega de 100 mil o 200 mil pesos, según el giro y tamaño del negocio, aunque algunas ocasiones quieren ese monto en el equivalente a dólares, porque son más difíciles de rastrear
, lo cual ha llevado al cierre de establecimientos.
El recrudecimiento de la violencia ha ocasionado que de abril a la fecha más de 100 negocios, con una antigüedad de entre 25 y 30 años, “bajaran la cortina de manera definitiva, porque ya no les salían las cuentas para pagar a la gente de la Unión y que los dejaran en paz”.
A eso se suman 150 puestos ambulantes instalados en los últimos dos meses en la calle de Manuel Doblado, de Lecumberri a Eje 1 Norte, de José Joaquín Herrera a Berriozábal, así como en Peña y Peña, Circunvalación, González Ortega y Vidal Alcocer, además de robos a clientes a plena luz del día.
Mencionaron que el temor a ser golpeados, asaltados o secuestrados, como ya ha sucedido a algunos vecinos, comerciantes o empresarios, impide que salgan a la calle a hacer sus labores cotidianas.