Maestros de secundaria denunciaron que hay un completo caos en la aplicación de la llamada autonomía curricular en las escuelas de ese nivel educativo. Hay un estado de indefensión laboral para los compañeros que impartían más de 100 talleres distintos, pero también se abrió totalmente la puerta para que las empresas coloquen sus servicios y contenidos en las aulas.

En entrevista, Felipe Ramos Trejo, profesor de secundaria, destacó que con la aplicación de la llamada autonomía curricular desaparecieron los perfiles y nombramientos de los profesores que impartían las materias de tecnologías y talleres. Se desechó también todo el esfuerzo que han realizado por años para ir construyendo el equipamiento y las herramientas de los talleres, que es parte del patrimonio con que cuentan las escuelas.

Ahora, dijo, se pretende imponer una lista de clubes, definidos previamente por la Secretaría de Educación Pública, por lo que en los hechos limita la libertad de las escuelas de definir qué propuesta pedagógica quiere seguir, porque sólo se puede escoger de una lista previamente autorizada, marcada por cinco ejes, pero que no siempre responden a los intereses de la comunidad escolar.

Explicó que pese a que no se cuenta con docentes especializados que puedan impartir los clubes de autonomía, se abre la puerta a que si no se tiene este personal, los padres de familia puedan contratar a un instructor externo, como en una especie de outsourcing educativo, en el que se le contrata por uno, dos o tres meses para venir a dar ese club en específico, mientras tenemos a muchos profesores de tecnologías que no pueden cubrir todas sus horas frente a grupo porque desaparecieron los talleres.