Miércoles 22 de agosto de 2018, p. 6
Más que una música nueva, contemporánea, de vanguardia, es necesario ‘‘buscar una que sea auténtica”, dijo el compositor y guitarrista Gerardo Tamez al recibir el pasado lunes 20 la Medalla Bellas Artes de manos de Lidia Camacho, titular del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), ‘‘por sus innumerables méritos y por el estímulo que ello constituye para sus colegas y discípulos, que en tan alta estima lo tienen”.
Tamez precisó: ‘‘Trato de ser auténtico en lo que hago. No es nada más porque haya tenido un antecedente en la música tradicional –es miembro fundador de Los Folkloristas– que mi música lo es. Ese es mi sello”.
Sostuvo que la composición es como una autobiografía: ‘‘Es contar tu historia. Hay que ser fiel a uno mismo, consejo que me dio hace muchos años José Antonio Alcaraz. Es una mantra que he usado y me ha funcionado mucho. Lo mío, no tanto que es nuevo, sino es mi voz”.
En la sala Manuel M. Ponce, Tamez recordó que hace 42 años, también un 20 de agosto, esa vez en la sala principal, estrenó Tierra mestiza, obra emblemática de su producción. ‘‘¿Casualidad, coincidencia, destino?, no lo sé. Ese día comencé mi camino de compositor”, dijo el homenajeado, para quien la presea recibida se debe ‘‘compartir con muchos amigos y colegas como los grupos a los que he pertenecido”. Aparte de Los Folkloristas, fundó y dirige el Terceto de Guitarras de la Ciudad de México y el Ensamble Tierra Mestiza.
La música culta y popular, sin fronteras
Autor de piezas como Percuson y Aires de son, Tamez afirmó: ‘‘Estamos en una época en que se borran las fronteras de la llamada música culta y la popular. Hay un sano intercambio entre estos dos grandes afluentes del arte sonoro. Prueba de ello es que nuestros jóvenes componen obras basadas en géneros populares”. Ejemplificó con el Concurso de Composición Arturo Márquez para Orquesta de Cámara, que ‘‘ha incentivado el interés de los jóvenes compositores para crear con estéticas renovadas a partir de ritmos como el son, danzón, huapango, bolero, cumbia, trova, mambo y chachachá”.
Márquez, quien conversó con Tamez, apuntó que éste compuso Tierra mestiza en un momento en que ‘‘el nacionalismo dizque se había agotado. Todos los jóvenes de esa época estábamos haciendo otras cosas: la música experimental, la música electrónica. De repente está este joven allá por los años 70 del siglo pasado que no está dentro del nacionalismo, sin embargo tiene su propia naturaleza.
‘‘Esa experiencia con Los Folkloristas encuentra su propia voz y lo escuchamos fielmente todos estos años. Tierra mestiza también fue punto de partida de muchos de nosotros. Nos mostró el camino para todos los que deseábamos buscar la manera de hacer una música nueva, pero que tuviera que ver con las raíces. Gerardo es pionero en este aspecto”.
Al entregar la presea, Lidia Camacho destacó el sentido de Tamez ‘‘muy intuitivo tomado del folclor, a la vez que su aplicación inteligente y natural de técnicas y composición formal”. Y agradeció su música, que ‘‘ya forma parte sin duda del patrimonio de todos nosotros”.
El acto cerró con la interpretación de Percuson, a cargo del Terceto de Guitarras de la Ciudad de México, y una versión especial de Tierra mestiza, con Los Folkloristas. Gerardo Tamez fue ovacionado de pie por el público en la sala Manuel M. Ponce.