uera de México, todo es Cuautitlán”. Esta expresión se atribuye a doña María Ignacia Rodríguez, bellísima, inteligentísima, consciente y activa (a su manera) activista de la imprescindible igualdad entre la diversidad sexual. Cortesana, madama, libre pensadora y mujer de armas tomar que resplandeció durante la primera mitad de siglo XlX. La famosísima Güera Rodríguez, quien es obviamente la protagonista de esta cita, además de los saberes que le permitieron eslabonar tres maridos, cuatro hijos y haberse convertido en la precursora de esa modalidad de las relaciones eróticosexuales que, ingenuamente los pubertos de hoy en día, presumen como su gran aportación: el estatus de amigos con beneficios.

Una robusta nómina de éstos, que incluyó al efímero emperador de pacotilla Agustín de Iturbide, al libertador Simón Bolívar, al eminente científico Alexander von Humboldt, al canónigo de la Catedral Metropolitana José Mariano Beristáin de Souza y a los clérigos Juan Ramírez y Ramón Cárdenas, es suficiente prueba de que en ciertos aspectos de nuestra vida hay pocas cosas nuevas bajo el sol.

Doña María Inocencia Javiera Rafaela Agustina Feliciana Rodríguez de Velasco y Osorio Barba, poseedora de vastos saberes y, más conocida en los medios de la Corona, los ejércitos, la clerigalla y las silvestres y ridículas cortes criollas como la pecaminosa Güera Rodríguez, no pudo imaginar que Cuautitlán era simplemente el pequeño poblado que estaba cerquita, pero que ante la sobrevivencia de señores feudales habrían de desarrollarse nuevos centros de poder que nos permitirían decir no sólo que: fuera de México todo es Cuautitlán, sino afirmar con certeza que, echándole ganas todo podía ser, por ejemplo, Atlacomulco.

Pues resulta que me ha llegado información de estos lares que he considerado conveniente resumir y compartir con ustedes: los Oples son los organismos públicos electorales de cada estado, o sea los INE-itos, de cada entidad. Pues resulta que el Instituto Electoral del Estado de México, o sea su correspondiente Ople, aprobó el 29 de junio el acuerdo número IEEM/CG/190/2018, mismo que fue publicado el 9 de julio, (es decir, no sólo 10 días después de la votación en el Consejo General del OPLE, sino además ocho días después de efectuadas las elecciones), donde se establece la sustitución de dos candidatos suplentes del PRI por el principio de representación proporcional. Sin entrar en consideraciones sobre la legalidad de los términos que rigieron estas sustituciones y la verdad de la causa alegada para la otorgación de la licencia: un certificado médico que dejaba constancia de que el C. Flavio Eduardo León González sufría de una incapacidad que le impedía su actividad legislativa, lo que nos permite presumir que dicha limitación no era de carácter intelectual, ética o de conciencia.

Este extrañísimo comportamiento es digno de un folletín del género teatral conocido como comedia de equivocaciones y que yo propondría (si mi nuevo amigo Rodríguez Ajenjo me lo permite) titular con otro oxímoron: El que se cayó para arriba.

Juzguen ustedes la oportunidad de la propuesta después de saber quién es el nuevo suplente que suple al suplente original: se trata nada menos que del señor Manuel Sámano Peralta. El nombre no me decía nada negativo. Debe ser un ciudadano que reúne todos los requisitos legales para cubrir esa suplencia y, en su caso, la titularidad de la representación popular correspondiente. Seguramente es un familiar, un amigo muy cercano de don Flavio, quien por cierto gracias a la milagrosa Virgen de Chalma ha recuperado su hasta hace poco menguada salud. (Sí, el monumento consagrado a la Virgen de Guadalupe es el de mayores dimensiones en el país: 33 metros de alto, 11 de ancho y 110 toneladas y fue inaugurado al alimón por el piadoso gobernador Eruviel Ávila y el habilidoso político cardenal Aguiar y Ceijas, con quien don Eruviel tuvo más tino que con el candidato presidencial de su partido).

Pues la información que me suministraron los múltiples corresponsales de la columneta, agrega muchas hipótesis y deja evidente una razón suficiente. Veamos: el señor Manuel Sámano Peralta es actual diputado y encabeza, en el Congreso local, la Junta de Coordinación Política. ¿Cuál puede ser la razón para que voluntariamente acepte dejar la titularidad de su representación y quiera una simple suplencia sin seguridad futura de nada? ¿Sin seguridad de nada? O, al contrario, de preservación, aunque sea en chiquito, de prebendas y canonjías disfrutadas durante años.

Durante el tiempo en el que don Manuel Sámano gestionaba la aprobación razonada y voluntaria de los diputados, en favor de las iniciativas del Ejecutivo, se daba tiempo para mantener en orden las cuentas que el gobernador Arturo Montiel tenía en los bancos Merryl Lynch (347-88875) y en Illinois (554-67211), denunciadas por el regidor perredista José Luis Cortés. Es justo aclarar que la PGR de ese entonces no encontró motivos ni para una simple amonestación, privada o pública, al señor. A saber qué opinen las nuevas autoridades.

Hay tres pequeñas incomodidades en este asuntito: 1. ¿Cómo le hizo el IEEM para autorizar dos días antes de la elección la sustitución? 2. ¿Cómo fue posible que el medio en que se dio a conocer el cambio fuera la Gaceta de Gobierno, que se publicó 10 días después de las elecciones y, 3. Que el tiro total de este órgano oficial de gobierno alcance (según el mismo lo anota) la cantidad de 200 ejemplares?

No hay duda de que la hermosa Güera Rodríguez se equivocó: en 2018 todo México es Cuautitlán.

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