El presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Eduardo Ramírez Leal, afirmó que todos los proyectos de infraestructura anunciados por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, resultan atractivos para el sector, pero se debe trabajar con una planeación, pues de lo contrario se corre el riesgo de que no se ejecuten de manera adecuada o repercutan en el ambiente, e incluso en la inversión, advirtió.

Destacó que un tema importante se refiere a las reconfiguraciones de las refinerías para analizar si realmente son rentables o se pueden producir otros insumos para la industria energética que tengan un valor agregado superior a la elaboración de combustibles.

Reconoció que el aumentó en el costo de la obra se ha incrementado en lo que va del año entre 6 y 8 por ciento y el diésel, combustible de uso intensivo en la industria de la construcción registró en el primer semestre del año un aumento de precio de 14 por ciento, lo que afecta en forma directa al sector.

Ramírez Leal señaló que hay necesidad de mantener nuestra infraestructura, como carreteras, puentes, puertos, agua potable y alcantarillado, presas que no se han dragado, y todo esto debería de incluirse en el Plan Nacional de Infraestructura, refirió.

Se pronunció en favor de que continué la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), así como de que se revisen los contratos para combatir, en su caso, la corrupción.

El presidente de la CMIC afirmó: Celebramos que se busque la alternativa de que se pueda concesionar el aeropuerto. No obstante, destacó que sería una lástima que se decidiera detener la obra, pues hay 209 contratos que han cumplido con la Ley de Licitación Pública, hay convenidos 255 mil millones de pesos y se han aplicado en la obra 40 mil millones de pesos.

En conferencia de prensa, aseveró: Detener una obra en la que se han invertido tantos recursos sería lamentable. Esperamos conocer el dictamen para emitir una opinión, queremos que la obra continúe y se combata la corrupción. Lo anterior, antes de que este miércoles se den a conocer los dictámenes encargados por el nuevo gobierno sobre la viabilidad del NAICM.

Respecto de la construcción y ampliación del proyecto del Tren Maya, Ramírez Leal coincidió en que todas las obras de infraestructura anunciadas por el presidente electo son positivas porque van a generar más empleo, desarrollo en muchas regiones del país y eso es una buena noticia.

Pero hay que saber, aclaró, si hay impacto ambiental, si son factibles los trazos y si contamos con los derechos de vía. Lo celebramos por el desarrollo turístico y social, pero si no hay planeación adecuada, no vamos a conocer los alcances del proyecto, los costos y los tiempos de ejecución.

Todo el apoyo de López Obrador al sur (del país) es muy importante. La necesidad de trabajo e inversión es urgente. Llevar energía hacia allá para que sea más competitivo es plausible. Todo bien, pero el país tiene asignaturas pendientes de mantenimiento.

Ramírez reveló que la presente administración metió freno al presupuesto asignado para 2018 en infraestructura, pues de los 628 mil millones de pesos que se asignaron, solo se han ejecutado, a julio, 48 por ciento, lo que traerá una lluvia de reclamos, como faculta la Ley de Obra Pública.

Algunas dependencias que frenaron el presupuesto de la obra pública son la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, que solo ha ejercido 41 por ciento del presupuesto; Conagua, con 19.2 por ciento, y la Comisión Federal de Electricidad con 12 por ciento.