Madrid

El gobierno español negó la entrada del buque de rescate humanitario Aquarius, operado por las organizaciones humanitarias Médicos sin Fronteras y SOS Mediterranée, con el argumento de que España no es un puerto seguro para los 141 migrantes africanos rescatados el viernes en mar abierto, lo que supone un viraje en la política adoptada por el presidente socialista Pedro Sánchez.

En dos situaciones anteriores la respuesta de España había sido diferente. En junio pasado una de las primeras decisiones de Sánchez fue aceptar a más de 200 migrantes africanos varados a bordo del Aquarius, a los que ni Italia ni Malta aceptaron recibir.

En esa ocasión, el presidente del gobierno español anunció la disposición de su gobierno para salvar vidas, recibiendo a los solicitantes de asilo en el puerto de Valencia y alojándolos en centros de acogida, a la espera de que se regularice su estatus migratorio.

Esta vez, la negativa se produjo un día después de la visita a España de la canciller federal de Alemania, Angela Merkel, en la que se abordó la cuestión del arribo masivo de refugiados por las costas españolas, que en lo que va de año superan 73 mil 500.

El fenómeno de la migración procedente de países africanos y asiáticos en guerra y con serios problemas de pobreza alertó a los líderes europeos, en los que se cada vez se extiende más la política del cierre de fronteras.

Esta política podría explicar el cambio de rumbo del gobernante socialista, quien negó la entrada a las 141 personas rescatadas, entre ellas 67 menores que viajan solos. España no es el puerto más seguro y hay otras opciones más cercanas para la acogida que deben valorarse, justificó Sánchez.

En tanto, Italia pidió a Reino Unido que se encargue del Aquarius luego del rechazo de España. Indicó que Londres debe brindar asistencia a la embarcación humanitaria con bandera de Gibraltar, territorio británico de ultramar en el sur de la península ibérica, informó la agencia Afp.

Asimismo, la Comisión Europea está en consultas con estados miembros del bloque para encontrar un país que esté dispuesto a recibir a los migrantes. La portavoz Tove Ernst señaló en Bruselas que está negociando para encontrar una solución, pero no pudo decir cuántas naciones estaban en las conversaciones.

La dirección del puerto de Sete, en el sur de Francia, se declaró dispuesta a acoger al Aquarius, la única condición es tener la autorización de las autoridades francesas, indicó el presidente del puerto y ex ministro de Transporte, Jean-Claude Gayssot, reportó Prensa Latina.

En este contexto, el ejército de Malta rescató este lunes a 114 migrantes cuya embarcación estaba a punto de naufragar a 53 millas náuticas al sur de sus costas, refirió la agencia Xinhua.