Los niveles de violencia exacerbada que vive la ciudad de México se deben a que hubo un relajamiento en las acciones de combate a la inseguridad pública y no se generaron las supervisiones que tienen que estarse dando siempre, aseguró el presidente del Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, Luis Wertman.

Entrevistado luego de participar en la entrega de premios a los ganadores del concurso Un rap y hip hop por contra las adicciones, detalló que cuando se tiene la tarea de reducir la delincuencia debe avanzarse con paso constante y continuo, y aquí se relajaron, se dejaron de hacer cosas y se dejó de poner atención a otras.

Cuestionado en torno a la ocurrencia de hechos violentos que antes no sucedían –como personas decapitadas, desmembradas, disputadas de territorios por distribución de drogas o los ya constantes robos a restaurantes--, expresó: debemos preguntarnos porqué suceden hoy cosas que antes no se daban, y una respuesta es porque hubo un relajamiento en cómo se estaban haciendo las cosas, no se generaron las supervisiones que tienen siempre que estarse dando...esto no puede ser temporal.

Añadió que ahora las autoridades capitalinas ya se dieron cuenta de que se tiene que mejorar la situación de la seguridad pública y qué bueno que se está haciendo así, bienvenido todo eso para que esto siga mejorando y que retomemos este camino que como ciudad hemos visto que sí se puede, para recuperar nuestra tranquilidad, confianza y estar bien, que es lo que todos queremos, salir a la calle tranquilos, seguros.

–¿Qué tanto afectó el combate a la inseguridad el negar la presencia de la delincuencia organizada en la capital?

–En la vida cualquier negación lo único que te va a hacer es alejarte de las soluciones: Si no se entendía o no se comunicaba lo que pasaba de una manera más clara, te genera consecuencias.

En otro orden de ideas, elementos de la Policía Auxiliar lograron ayer rescatar a una adolescente que había sido secuestrada hace seis días en la Unidad Habitacional Ejército de Oriente, en Iztapalapa. Este hecho se dio cuando los presuntos responsables, Víctor y Karina, se aprestaban a cobrar, en la estación Guelatao del Metro, 50 mil pesos que pidieron por la menor, pero fueron apresados y remitidos al Ministerio Público; en tanto, la menor de 13 años fue entregada a su familia.