Managua

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, destacó ayer que su país recobró la paz tras derrotar “elterrorismo, al que responsabilizó de las protestas antigubernamentales, las cuales han sacudido la nación desde abril pasado.

En una ceremonia en Managua, con motivo del 39 aniversario de la fuerza aérea del Ejército, reiteró su mensaje de que la economía comenzó a recuperarse luego de que las fuerzas del orden tomaron control, dos semanas atrás, de la ciudad de Masaya, último bastión de los manifestantes.

Pese a que se realizan marchas y protestas a diario, no interrumpen la vida cotidiana, no son reprimidas ni se generan enfrentamientos, aseveró.

Cuánto nos honra conmemorar este aniversario en paz, algo que parecía difícil hace unas cuantas semanas, declaró Ortega en un extenso discurso en Managua.

El país estaba sumido en el terror. Prácticas terroristas que no se conocían en nuestro país. Secuestrar ciudadanos, policías, mujeres, jóvenes, torturarlos, declaró.

Desde la toma de Masaya, Ortega ha insistido en presentar a las fuerzas del orden, trabajadores públicos y simpatizantes del gobernante Frente Sandinista como víctimas de los inconformes.

Grupos de derechos humanos dentro y fuera de Nicaragua han acusado al gobierno de reprimir con violencia las protestas –iniciadas el 18 de abril– contra una reforma al sistema de seguridad social, pero que se propagó tras la muerte de estudiantes a manos de la policía.

Al menos 300 personas han muerto en las protestas y la represión, según grupos de derechos humanos, aunque Ortega asegura que son 195.

El mandatario insistió en que detrás de las protestas hay un proyecto golpista financiado por Estados Unidos, el cual busca desmantelar el Estado.

Los golpistas, en sus planes, lo que quieren es tomar el poder para desmantelar el Estado, porque no reconocen a las instituciones del Estado, sostuvo el mandatario, un ex guerrillero de 72 años.

Defendió los logros de su gobierno, iniciado en 2007: estabilidad, paz, inversiones extranjeras y crecimiento económico.

Contra todo eso se lanzaron para provocar un colapso total del país, sin importarles los costos que esto significaba para Nicaragua, afirmó.

Por otra parte, William Spindler, portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, afirmó ayer en un comunicado que la mayoría de los nicaragüenses que huyeron de la violencia en su país se refugiaron en Costa Rica, donde al menos 23 mil han intentado obtener asilo político.