Lunes por la noche en Barranquilla, el Tri femenil de futbol conquistó por segunda ocasión el oro de los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Una de las goleadoras del equipo, Kenti Robles, jugadora del Atlético de Madrid, reclamó en medio de la euforia que el balompié mexicano de mujeres debe tener más proyección en los medios; afirmación que encendió las redes sociales.

Osvaldo Batocletti, ex entrenador de las Tigrillas de la UANL que conquistaron el pasado torneo de la Liga Mx, celebra el segundo metal dorado consecutivo que las confirma como las más fuertes del certamen, pero previene sobre la situación del futbol femenil en México.

Batocletti plantea que esta victoria debe llamar la atención de directivos y, sobre todo, patrocinadores para que volteen con atención al desarrollo del futbol femenino profesional y que pueda crecer aún más.

El estratega señala que los directivos ya están haciendo su parte, pero falta el compromiso de patrocinadores para que se puedan revertir algunas brechas.

Batocletti piensa que el primer torneo de Liga Mx que se organizó se desenvolvió entre dudas de algunos directivos, quienes pensaban que aquello duraría si acaso uno o dos torneos. Sin embargo, la liga se ha consolidado y exhibe muestras de evolución.

Pero ojo, las campeonas de Juegos Centroamericanos en Barranquilla no son producto de la Liga Mx, advierte, apenas empieza su tercer torneo y estas campeonas surgieron y se desarrollaron a pesar de que no había liga profesional. Los frutos del actual proyecto de la federación los veremos en unos años.

Varias jóvenes se abrieron camino en ligas de otros países, como la propia Robles y Charlyn Corral en España, pero Batocletti destaca que Tigres también aportó jugadoras.

Hay que ser mesurados al hablar del estado del futbol de mujeres de la liga mexicana, porque si bien ha crecido aún le falta desarrollo, son escasos los partidos que llegan a convocar entradas masivas, apunta Batocletti.

Tigres femenil, con la dirección de Batocletti, venció a Rayadas de Monterrey en una entrada histórica que convocó a más de 50 mil asistentes. Pero eso –aclara– ocurre en ocasiones escasas durante el torneo.

Lo que hicieron las jóvenes en Barranquilla debe servir para seguir avanzando, generar condiciones para mejorar la paga de las jugadoras, crear torneos de divisiones menores para que exista un proceso formativo desde pequeñas y que la afición empiece a sentirse identificada para asistir a los estadios, finalizó.