La dirigencia nacional del PRI emitió la convocatoria para la elección –mediante sufragio secreto y directo– del coordinador de los senadores de este partido en la próxima legislatura. Si sólo hubiera un candidato la votación será a mano alzada, se informó en el partido.

La reunión para proceder a esa elección será el jueves próximo. Fuentes partidistas expresaron la posibilidad de dirimir el asunto en una sesión previa, con el fin de acordar un coordinador de unidad.

Entre los interesados en coordinar la bancada tricolor se encuentra el ex secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y Jorge Carlos Ramírez Marín, de Yucatán.

Mientras tanto, senadores y diputados priístas coincidieron ayer en que la transformación del instituto debe partir de escuchar a las bases y enmendar los errores. Destaca la demanda de aplicar el código de ética, con sanciones ejemplares, a gobernadores, dirigentes, legisladores y funcionarios que incurran en actos de corrupción.

El senador Enrique Burgos y la diputada Martha Tamayo señalaron, en entrevistas por separado, que antes de pensar en cambiar los nombre y colores al PRI, tiene que llegar una nueva dirigencia y acordar, de manera democrática, un plan para rescatar al partido, el cual debe convertirse en oposición seria.

Burgos dijo que después de lo ocurrido en los comicios pasados, en los que el voto mandó al PRI al tercer lugar, perdió la Presidencia de la República, nueve gubernaturas y el control de ambas cámaras del Congreso de la Unión. “Es obligado e insoslayable que se haga un detalladísimo diagnóstico de lo que le ocurrió al tricolor.

El senador por Querétaro dijo que “debe discutirse el nombre de esta fuerza política, ver si la marca se agotó o la agotamos en la praxis los políticos priístas”.

Tamayo sostuvo que hay que escuchar a la militancia y es necesario hacer un análisis a fondo. La discusión del nombre del partido, de los colores, de estatutos, es algo que se deberá hacer, pero con una nueva dirigencia electa.

Coincidió con Burgos en que el PRI nunca debió permitir que gobernadores, ediles y legisladores acusados de corrupción, o cuando había pruebas de ello, siguieran en los cargos. Se les debió expulsar y consignarlos ante la autoridad.

Por lo que hace al grupo parlamentario tricolor en el Senado, cabe destacar que sólo tendrá 13 integrantes, es decir, 35 menos que en la actualidad.