¿Qué hubiera pasado si los habitantes de Mesoamérica hubieran llegado primero a Europa y no al revés? Una lectura inversa de la historia es lo que hace el artista indisciplinario César Martínez en La vuelta al mundo en trajinera, exposición de 16 fotografías intervenidas, abierta en el Multiforo Ollin Kan.

La serie iniciada en 2006, aunque nunca exhibida como tal en México –se presentó en Madrid e itineró por ciudades de España–, también pone en cuestión la colonialización del saber, lo que en algún momento se nos enseñó como descubrimiento. Se trata de “la crónica de un performance no anunciada, pero realizable en cualquier momento”.

Asiduo visitante de Xochimilco, todo empezó porque Martínez leyó que Alexander Humboldt cuando vino a México llamó a ese lugar la Venecia de América; sin embargo, nunca se reconoció a Venecia como la Xochimilco de Europa. Recordó que en 1987 ambos lugares fueron declarados Patrimonio de la Humanidad.

Entonces, decidió crear Venechilco o Xochinecia como un juego de palabras que diera una visión distinta de lo que en un momento se considera América. Empecé a usar las trajineras como elemento simbólico de los canales de ambos lugares.

Más adelante, el artista visual comenzó a intervenir fotografías de ríos que había visitado en urbes europeas, porque si de algo carece Ciudad de México es de ríos.

Agregó: Quise revivir bajo un imaginario fantástico unas trajineras andando en Europa. De allí surgieron ríos como el Huitzlinares, el Tamesiluapan en Cholulondres City, el Senahuacatl en Parístzingo y el Moldavatzachulli en Pragazcapotzalco.

Xochimilco representa para Martínez una especie de reconciliación con el pasado histórico y la naturaleza, pues es un México que se resiste a una modernidad que no toma en cuenta que hay que conservar la fuente ecológica. La vuelta al mundo en trajinera también es una propuesta política.

La exposición permanecerá hasta el 19 de agosto en la Galería de Arte del Multiforo Ollin Kan, avenida San Fernando esquina Juárez, colonia Tlalpan.