Ciudad Juárez, Chih.

En esta ciudad, catalogada como una de las más violentas y peligrosas del mundo, los niños son las nuevas víctimas expuestas al estrés postraumático y abandonadas por el gobierno del panista Javier Corral.

Este fue el municipio con mayor número de ejecuciones durante el año pasado y los menores, con padres, hermanos o algún familiar desaparecido o ejecutado, padecen las secuelas de la violencia, mientras el estado de Chihuahua se centra en programas asistenciales sin la debida atención psicológica.

Ante la grave situación, la psicóloga clínica Verónica Castillo Arnal, colaboradora del Centro para el Desarrollo Integral de la Mujer, AC (Cedimac), creó el taller Crayón de arte terapia y resiliencia para atender los traumas de niños huérfanos y con estrés postraumático por haber sido testigos de un crimen o bien sufrir las consecuencias de la desaparición o muerte de sus seres queridos.

A través del arte y el dibujo, los niños de seis a 12 años van plasmando sus emociones y miedos. El aumento de ejecuciones, desapariciones y la militarización de la ciudad han generado efectos nocivos en su salud mental y física.

“Aquí los niños ya no tienen miedo a los sicarios, le tienen miedo a los federales y a los soldados. No hay ningún niño que haya dicho que ellos son buenos o que quieran ser militares o policías. Se volvieron el nuevo monstruo. Aquí es Chucky, Slenderman, los soldados y los federales”, dice en entrevista con La Jornada Verónica Castillo Arnal.

Las secuelas de la violencia han traumatizado a los niños: Primero que nada, normalizan la violencia. Es un mecanismo de defensa necesaria. Los niños están hipervigilantes de manera constante. Su nivel de estrés es tanto que deteriora su salud, estados cognitivos, rasgos emocionales; su rendimiento académico es nulo, abandonan la escuela. Y es cuando se vuelven más vulnerables a la violencia. Mientras el gobierno establece programas asistencialistas, nosotros dijimos que teníamos que hacer algo diferente para atenderlos.

El arte de la resiliencia

Una de las paredes del lugar donde los niños reciben terapia está llena de dibujos que expresan la terrible situación que viven los menores víctimas de la violencia. Ante la pregunta: ¿qué te gusta y qué no te gusta de Ciudad Juárez?, uno de los niños dibujó en este orden a militares, incendios, ratas y contaminación.

Cuando recién llegan, los niños tienen la oportunidad de hacer un dibujo libre. Uno de los menores que tiene a su mamá desaparecida ha dibujado una ficha de dominó para recordarla con el fondo del infinito: Este dibujo es parte de un duelo. Los niños con padres desaparecidos tienen más difícil su labor de duelo porque no pueden llevarlo a cabo. Caen en estrés postraumático. No puede haber un trabajo de duelo si antes no hay un trabajo sobre el estrés traumático.

El taller incluye actividades para ver sus estrategias de afrontamiento, autocuidado y conservación con una actividad llamada Dibuja a tu dragón: En una esquina están ellos, en medio el dragón y al otro lado algo que quieren. ¿Cómo le harías para llegar hasta ahí sin que el dragón te coma o coma lo que quieres rescatar? Aquí no hay ningún tipo de censura. Hay niños que deciden saltar con un trampolín. Otro niño, por ejemplo, mata al dragón.

Uno de los dibujos realizado por una niña con una hermana desaparecida a quien finalmente localizaron muerta, dibujó al dragón con la leyenda: Yo soy la valiente.

Este es uno de mis favoritos. Esta niña pasó por un proceso muy traumático y el dragón sirvió como una metáfora del villano, el secuestrador o quien hace daño y agrede. El dragón ayuda a enfrentar esos miedos y eventos traumáticos.

Añade: Ella rescata finalmente a su elefante. En este caso hay varios duelos: el día que su hermana desapareció, la búsqueda y encontrarla. Luego la incertidumbre de saber si los restos entregados son realmente de su hermana. Ella es de las familias que fueron apoyadas por el grupo de forenses argentinos.

Emociones sin censura

Castillo Arnal es maestra para niños egresada de la Escuela Superior de Psicología de Ciudad Juárez y obtuvo el grado de maestría y doctorado en psicoterapia humanista en el Instituto Humanista de Sinaloa.

Hace diez años, mientras investigaba el tema de su tesis: Modelo de arte terapia para niños que son impactados por la violencia en la que perdieron un ser querido, inició este tipo de talleres e inmediatamente se dio cuenta de que los niños llegaban con historias traumáticas.

Fue cuando empezó a notar los beneficios del arte terapia para asistir el estrés traumático en niños: He visto cómo llegan y cómo se van. Llegan con una voz que apenas se les escucha y se van con una voz más fuerte, más empoderada; de eso se trata.

Comenta que los papás y la sociedad en general todavía tienen mucha resistencia a creer que los niños no sufren un impacto por la violencia: Normalmente dicen que son chiquitos que no se enteran ni se van a acordar. Pero luego ya ven manifestarse los síntomas de estrés postraumático. También sus vidas cambian. El objetivo es que los niños descubran cuáles son sus recursos de resiliencia.

Añade: “El evento traumático en donde pierden al ser querido es uno de muchos. El gobierno y las instituciones quieren tratar la violencia entre pares, pero nunca quieren meterse en la violencia de adultos a niños, es un tema tabú.

Otra actividad es Ponle color a tus emociones, para ver el juego de colores y con la emoción que tienen más dificultad de expresar: Algunos de los programas dirigidos a los niños están centrados en los valores en lugar de atender el estrés que traen. Es la visión católica más centrada en el perdón. Les enseñan a expresar solamente ciertas emociones, otras no porque podían lastimar a su mamá, o para que sus hermanitos no los vieran llorar. En este programa es todo lo contrario, se vienen a expresar emociones.

Los niños han sido testigos de la falta de protocolos que existen en Chihuahua para atender los feminicidios de sus hermanas o madres: “Son testigos de cómo la fiscalía siembra la duda: ‘En algo andaba o se fue con el novio’. Si eso impacta a los adultos, en los niños más porque no tienen recursos para cuestionarlo”.

El dibujo de una de las niñas tiene la leyenda La superhéroe de Juárez, donde dice que no le gusta que los policías y militares arresten a personas que no hicieron nada y pide que la gente tenga trabajos buenos para que puedan mantener a su familia: En este dibujo estamos viendo violencia, impunidad, trabajos mal remunerados y todo en una niña de ocho años.

La terapia les ayuda además a pensar en lo que sigue. En los huérfanos es más difícil: Son niños que viven la desesperanza y eso los vuelve vulnerables a cualquier abuso. Cuando las mamás desaparecen, ellos se vuelven más sensibles y cuidadores de sus hermanitos. Tienen que crecer con un desarrollo trunco.

Añade: Estos 12 años de guerra están dejando toda una sociedad traumatizada, desconfiada. Tratamos de que el evento traumático que han vivido estos niños no contamine todo su futuro.